Todas las estaciones cuentan con lugares emblemáticos, esos que no te puedes perder en tus jornadas de esquí o snow. Hoy vamos a centrarnos en dos pistas emblemáticas de Javalambre, que por su singularidad, sus espectaculares vistas y su trazado se han ganado el aprecio de miles de esquiadores. ¿Preparado para deslizarte por ellas?
Lapiaz
Está considerada por la mayoría de esquiadores, como «la pista», esa que nadie puede dejar de bajar en su visita a Javalambre. Está en un lugar estratégico de la estación, ya que conecta los dos sectores en los que esta se divide (Sabina y Lapiaz).
Se puede acceder a esta pista a través de los telesillas Ventisquero y Lapiaz, y su descenso es apto para la gran mayoría de esquiadores, ya que es una pista azul, aunque tiene un par de tramos iniciales de mayor desnivel, precisamente esos son los que le hacen ser una pista tan apreciada.
Es un divertido descenso, en el que la descarga de adrenalina está asegurada al inicio mientras que el recorrido se suaviza al final. Además de disfrutar de la bajada, desde lo alto de la pista tendrás unas vistas privilegiadas de la zona, con toda la comarca de Albarracín ante los ojos, la sierra de Gúdar-Javalambre y hasta Teruel capital en los días claros. ¿Te lo vas a perder?
«Es una de las pistas que más frecuento, me gusta mucho. Aunque es azul tiene una parte con más pendiente, con dos tramos un poco más fuertes y después una zona más llana”, explica José Luis Casco, un experimentado esquiador de 75 años que acude a las pistas pilotando su propio helicóptero.
Amanaderos
Otro de los grandes descensos de Javalambre, también apto para casi todos los niveles de esquí aunque algo más exigente que el anterior, es la pista Amanaderos (azul), a la que se accede a través del telesilla Camarena. Es un descenso largo y muy divertido que arranca en la cota más alta de la estación, en el Balcón de Teruel (Cota 2.000) para llegar hasta la cota más baja (1.650 m.). Antes de empezar el descenso ¡disfruta de las vistas 360º! Es una espectacular panorámica que permite ver un amplísimo territorio turolense, incluida la capital. Pero hay mucho más: «Es la pista estrella en cuanto a longitud, desniveles, curvas…Por eso es la que llama más la atención a todo el que viene por primera vez a la estación. Es la pista reina”, explica Jose Luis Novella, maquinista de Javalambre
Amanaderos permite disfrutar de un largo descenso, de 2,5 km, con un desnivel de 350 metros y un precioso paisaje, con impresionantes vistas y cubierto de pino negro. ¿Qué más se puede pedir?