¿Vas a esquiar a Cerler esta Navidad? Aunque la estación, y su entorno, tienen un montón de atractivos, hoy vamos a centrarnos en 3 lugares imprescindibles, esos que no puedes dejar de visitar si quieres tener la mejor experiencia en la nieve.
Gallinero. Aunque no esquíes, deberías subir al pico Gallinero (2.630 m). Desde allí parte la pista 9 km en el punto más alto de todas las estaciones del Pirineo. Gracias a la altura, desde allí tendrás unas vistas espectaculares. Podrás contemplar el pico Posets (3.375 m), el Perdiguero (3.222 m) y la cara sur del pico más alto del Pirineo, el Aneto (3.404 m). Si no esquías, puedes volver a bajar en el telesilla Gallinero.
Y si quieres disfrutar de un descenso espectacular, prepárate para una larga bajada con 1.130 metros de desnivel y sin parar -o sí, tú eliges- durante 9 kilómetros, ¡como si participaras en un descenso olímpico!. Realmente no es una sola pista, sin una concatenación de pistas verdes, azules y rojas, que comienza en Perdiz blanca (azul), continúa por el Camino del Sarrau (roja), atraviesa Robellons (verde) y termina en Les Planes (azul). Un descenso largo, largo, a través de un paisaje espectacular, y apto para esquiadores de nivel medio que será difícil de olvidar.

 
Rincón del Cielo. Su nombre lo dice todo: es un pedacito de cielo. Es uno de los lugares más especiales de la estación, por sus excepcionales vistas. Su nombre real es pico Labert II –aunque muy pocos lo conocen así- y se accede a él a través del telesilla de 6 plazas Rincón del Cielo: nada más bajar tendrás la mejor vista panorámica de la cara sur del Valle de Benasque, con el pico Turbón (2.492 m) y la Sierra de Chía enfrente, además de las tres cimas más altas del Pirineo: el Aneto (3.404 m), Monte Perdido (3.355 m) y el Posets o pico Llardana (3.375 m). La vista de dejará boquiabierto. ¡Por eso siempre hay allí esquiadores tomando fotos!
Desde allí, si tienes un nivel medio-alto de esquí, puedes descender por dos de las pistas más bonitas de Cerler: La Rabosa y Pinar, dando un precioso paseo por un bosque de pino negro en un área siempre cubierta de nieve natural, en una zona de la estación que no dispone de cañones. Estas dos pistas rojas se han convertido en las favoritas de muchos esquiadores, porque su ubicación, en el extremo oeste de la estación, las hacen estar menos transitadas, y su trazado sinuoso hace muy divertida la práctica del esquí. ¡Es un lujo esquiar a tus anchas por el pinar, con un espectacular y abrupto paisaje!

El Bosque Encantado. Su nombre no engaña. En este bosque te sentirás en un paisaje de cuento, en una pista sencilla (verde) en la que los niños -y lo tan niños- disfrutaréis como nunca en la nieve. Esta sorprendente pista discurre por un bosque de pino negro y ofrece un recorrido interactivo, lleno de sorpresas y salpicado de distintas experiencias, como atravesar un túnel, superar distintas pruebas de habilidad, y recibir consejos para formar a los pequeños esquiadores en el respeto a la naturaleza. La pista está ubicada en la zona principal de debutantes de Cerler, en el sector Cota 2000, y se accede a ella a través del telesilla Robellons. ¡Hay que estar preparado para las sorpresas que te asaltarán desde el suelo o las copas de los árboles!