Pocas cosas hay mejores que el momento en el que coges tu coche para poner rumbo a tu estación de esquí favorita. Sin embargo, el destino no suele estar cerca y la conducción lleva asociada nervios, conducir con nieve, ganas de llegar antes de tiempo… Para todos ellos hemos preparado una lista con diez canciones de música clásica para conducir.

La primavera: I. Allegro. Antonio Vivaldi. (Orquesta de Cámara Teatro Municipal Jaime Mansilla)

La primera propuesta es un clásico que nos ayudará a arrancar nuestro viaje con alegría. Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi es un conjunto de cuatro conciertos para violín; es decir, que a un violín le acompaña una orquesta de cámara. Esta obra fue compuesta en 1723, pero permaneció olvidada hasta mediados del siglo XX. Sin embargo, hoy es una de las piezas más conocidas de la música clásica que nos ayudará a afrontar el camino desde el primer kilómetro, sobre todo el Allegro dedicado a la primavera.

Vremena goda, Op 67: L’Automne: Petit Adagio, Alexander Glazunov

La Royal Scottish National Orchestra ha integrado la vida musical de aquel país desde que se formara en 1891, e incluso ha tocado en la sesión de inauguración del Parlamento escocés en 2004. Ha sido liderada por varios maestros que han contribuido a su éxito como George Szell, Sir Alexander Gibson, Alexander Lazarev o Stéphane Denève. En esta ocasión interpretan Vremena Goda.

Fly, Ludovico Einaudi

Einaudi es un compositor italiano moderno con una impresionante capacidad creativa. Sin embargo, alguna de sus obras más reconocidas ha trascendido a los amantes de la música clásica llegando hasta el gran público. Entre ellas destaca, sin duda, Fly y la banda sonora de la película ‘Intocable’, una maravilla en la que comparte protagonismo con dos actores de enorme talla como François Cluzet y Omar Sy.

Sinfonía Nº9 en Mi Menor, Op. 95. “Sinfonía del Nuevo Mundo”. Allegro con Fuoco, Antonin Dvorak 

Dvorak compuso la ‘Sinfonía del Nuevo Mundo’ en un ambiente complicado, en los Estados Unidos de finales del siglo XIX, cuando las injusticias eran el pan nuestro de cada día. Quiso contar la historia de muchos personajes heroicos que luchan por la libertad y derrotan al enemigo y creó una bellísima historia en cuatro movimientos con un final apoteósico. Está Interpretada por The Royal Classis Orchestra.

El barbero de Sevilla, Gioacchino Rossini

Nadie podría apostar un céntimo a que ‘El barbero de Sevilla’ sería un éxito, al menos el día de su estreno. Esta genial obra de Gioacchino Rossini fracasó estrepitosamente después de sufrir todo tipo de desgracias aquel día. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en una obra de referencia. Melodía interpretada por la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid.

Sinfonía nº 8 en si menor, Allegro – Inconclusa, Franz Schubert, Orquesta Sinfónica

La famosa “Incompleta” de Schubert podría sí estar completa ya que algunos expertos creen que el compositor austríaco no tenía intención de crear más de los dos movimientos de los que se compone la obra. Por eso se debe entender como una composición perfectamente acabada y, además, perfecta.

The Seaons Op. 37b: X. Octobre (Chant d’automne) 

Piotr Ilich Tchaikovsky compuso sinfonías, conciertos, música de cámara y cientos de obras más. Fue el primer compositor ruso en conquistar fama internacional y entre sus logros destaca haber sido invitado a dirigir orquestas tanto en Estados Unidos como en Europa. Puede presumir de que sus obras completaron íntegramente el concierto inaugural del Carnegie Hall de Nueva York, en 1891. (Pyotr Ilyich Tchaikovsky, Mussorgsky: Pictures at an Exhibition)

Sonata para piano Nº 14 “Claro de luna”, Ludwig van Beethoven

En 1801, Ludwig van Beethoven dedicó a la condesa Giulietta Guicciardi ‘Claro de Luna’, una obra que pasó a la historia. La leyenda asegura que el compositor alemán estaba enamorado de la condesa, que era su alumna, y ese mismo año sería en el que confesó a su entorno más cercano su sordera. Interpretada por Richard Clayderman.

Música para los reales fuegos de artificio, George Frideric Handel 

Jorge II de Gran Bretaña organizó el 27 de abril de 1749 una gran fiesta para celebrar el fin de la Guerra de Secesión en Austria. El epicentro de los festejos tendría lugar en el Green Park de Londres con una gran colección de fuegos artificiales. Para acompañarlos encargó a George Handel una obra que estuviera a la altura y su ‘Música para los reales fuegos de artificio’ no pudo responder mejor a esa petición. Interpretada por la Polifónica de Música Clásica de Barcelona.

Pequeña serenata nocturna, Primer Movimiento. Wolfang Amadeus Mozart

Los escasos 35 años de vida de Wolfang Amadeus Mozart dejaron maravillas como su ‘Pequeña serenata nocturna’, que en realidad es la ‘serenata nº 13 para cuerdas’ escrita en Sol mayor. Aunque toda la obra, compuesta en Viena en 1787, goza de una enorme popularidad, el primer movimiento puede ser una de las diez composiciones clásicas más conocidas de la historia y no puede faltar en una lista que nos ayude a conducir tranquilamente camino de nuestro destino de nieve. Interpretada por Academy of St. Martin in the Fields.
Música clásica para ir a la nieve, olvidar el estrés y preparar una escapada perfecta en familia. Dale al play, abrocha el cinturón y ¡a disfrutar!