Cada año, miles de personas se lanzan a hacer senderismo. Y en Aragón somos especialmente afortunados, porque tenemos rutas muy variadas, adaptadas a todos los niveles, y que te llevan hasta rincones preciosos. Pero igual que en el esquí, para caminar por el monte hace falta un poco de preparación y previsión. Saber leer los mapas de senderismo, por ejemplo, es una buena herramienta. Y es que no se puede dejar todo en manos de la tecnología.
Mapas un poco especiales
Los mapas para senderismo cuentan con detalles que no vas a encontrar en el plano de una ciudad. Tampoco en un mapa de una carretera. Tienen multitud de datos que, bien interpretados, te llevarán por la ruta que quieres. Si los quieres buscar, su nombre técnico son mapas topográficos. Y los tendrás que usar de forma conjunta con una brújula, aunque los más expertos pueden leer uno sin necesidad de ella.
¿Para qué sirve la escala en los mapas?
Evidentemente, en los mapas no se pueden representar fielmente las distancias que hay entre dos puntos del Pirineo (ni de ningún sitio), de forma que se debe recurrir a un mundo a escala. Técnicamente, la escala es «la relación existente entre una distancia sobre el mapa y su distancia correspondiente sobre la superficie terrestre. Normalmente se expresa en la forma 1:10.000», tal y como explican en este artículo. En pocas palabras, si te encuentras con esa escala en un mapa significa que 1 cm de terreno son 100m en la realidad. Conocido este dato, ya te puedes hacer una idea de lo larga que será tu ruta.
No obstante, tal y como confirman desde Montaña Segura, las escalas adecuadas para los mapas de senderismo suelen ser de 1:40.000 o 1:25.000.
Curvas de nivel y equidistancia
Pero al calzarte unas botas de trekking también necesitarás conocer el desnivel a superar. De hecho, es uno de los datos más importantes para estar seguro/a de que esa ruta está adaptada a tu nivel físico. Lo puedes averiguar con las llamadas curvas de nivel. Si estas líneas están muy separadas, eso significa que el terreno es suave. Al contrario, si están muy juntas supondrá que el recorrido es algo más duro porque la elevación del terreno cambia rápidamente.
La equidistancia entre curvas de nivel es de 10 m en los mapas de escala. Es decir, 1: 25.000 y de 20 m en los de escala 1:40.000. Además, cada 5 curvas de nivel aparece una línea maestra, más gruesa, indicando las cotas cada 50 o 100 m, respectivamente», relatan también desde Montaña Segura, a la vez que recuerdan que los colores suelen ser muy representativos de lo que vas a encontrar: azul para el agua, verde para zonas bajas con vegetación y marrones (o similar) para zonas en las que se gana más altitud.
¿Y si no sabes leer un mapa?
Pues nunca es tarde para comenzar con el aprendizaje. Puedes dejar que te asesoré algún amigo montañero o utilizar una guía que te explique paso a paso cómo hacerlo. Por ejemplo, todos los mapas contienen gran cantidad de símbolos para hacer senderismo que dan mucha información. Además, siempre es bueno contar con una brújula.
En cualquier caso, nunca dejes de llevar equipos de orientación a la montaña. Si piensas que no te aclaras con el mapa, lleva un guía que te enseñe el camino. Hazte con un buen GPS. Aunque no te fíes al 100% de la tecnología siempre te puedes quedar sin pilas o sufrir otros contratiempos.