Jaca, Ayerbe, Canfranc, Biescas… Si de algo tenemos suerte los aragoneses es de tener decenas de pueblos con encanto en el Pirineo aragonés. Algunos de ellos incluso un poco antes de llegar. Quedarse solo con uno es imposible, sobre todo cuando te adentras en nuestros valles, donde cada rincón tiene magia. ¿Quieres ver de lo que hablamos?
El valle de Benasque: pueblos dónde perderse
El Valle de Benasque es el reino del Aneto. La montaña más imponente de Aragón: 3404 metros sobre el nivel del mar. Un pico al que no se puede subir si no estás convenientemente preparado. Incluso montañeros experimentados no han sido capaces de superar el «Paso de Mahoma».
Además del Aneto, en el Valle de Benasque reina el pueblo con el comparte nombre. Benasque es uno de los centros neurálgicos por excelencia del Pirineo aragonés. Lleno de vida en cualquier época del año. En Benasque se fusionan las construcciones más tradicionales con algunas más modernas de piedra y ladrillo. Realmente, Benasque comprende dos núcleos de población: Cerler y Anciles. Dos auténticas maravillas de nuestras montañas que descubren al visitante impresionantes miradores panorámicos, o las mejores muestras de cómo eran los pueblos en los siglos XVI y XVII. Historia viva de nuestra tierra que maravilla diariamente a locales y visitantes.
¿Qué otras recomendaciones te damos para visitar en el Valle de Benasque? Como puedes ver aquí, hay muchas opciones. Pero una vez que has ido al abrigo del Aneto, no puedes dejar pasar otra montaña mágica por excelencia: el Turbón. A sus pies se encuentra Laspaúles. Sus casas de arenisca te dejarán con la boca abierta.
Los encantos del Valle de Tena
Quedarse con una selección de los pueblos que jalonan el Valle de Tena es demasiado complicado. Todos tienen algo de magia que obliga a parar al viajero unos instantes en sus calles. Entre Sabiñánigo y El Portalet, el valle te dejará con la boca abierta. ¡Vamos a hacer el esfuerzo y te vamos a dejar dos recomendaciones! Puedes descubrir muchos más planes y excusas para visitar estos pueblos del Pirineo aquí.
– Lanuza: el pueblo cuyos vecinos salvaron de su desaparición. En pleno corazón del Valle de Tena, muchas de sus casas se terminaron salvando de quedar bajo las aguas del pantano con el comparten nombre. En la década de los 90, fueron los propios vecinos los que volvieron a comprar la parte del pueblo que no quedó anegada, y ahora disfrutan de tener una de las mejores estampas naturales de Aragón.
– Sallent de Gállego: estar rodeado de picos de 3.000 metros (Balaitús, Picos del Infierno…) y algunos puntos que forman parte de la Reserva de la Biosfera (Ordesa) convierten a Sallent en un enclave natural inimitable. Ibones, nieve en inverno, bosques profundos que presentan sus mejores galas en otoño… Hay muy pocas razones para hacer una visita a los pirineos y no detenerse en este pueblo.
También te gustará Teruel
Es cierto que la premisa era hablarte de algunos de los mejores pueblos del Pirineo, pero también nos encanta Teruel. Si estás conociendo Aragón, no dejes de visitar Javalambre, Valdelinares y su entorno. Dinópolis casi siempre tiene sus puertas abiertas para descubrirte sus dinosaurios, mientras que los bosques turolenses son perfectos para hacer senderismo e incluso para disfrutar de la micología cuando llega la época. ¡No te los pierdas!