Una alimentación adecuada es la base de una buena jornada de esquí. Así nuestro cuerpo está preparado para rendir al máximo en las pistas y evitamos los mareos y el cansancio prematuro. Pero… ¿sabes lo que tienes que comer para recargar tus reservas de energía y mantenerlas a lo largo de todo el día? Aquí te explicamos que alimentos son los idóneos para este tipo de actividad.
En primer lugar es importante que sepas que en cualquier deporte de tipo aeróbico, como es el caso del esquí, el principal objetivo de la alimentación es, como acabamos de comentar, la recarga de energía. Cuando empezamos a hacer deporte lo primero que gasta nuestro cuerpo es la glucosa y una vez que ésta se ha consumido, el organismo pasa a utilizar las reservas de glucógeno muscular y hepático. Es decir, la glucosa que tenemos almacenada en los músculos y en el hígado, un punto al que tenemos que evitar llegar.
Según los expertos en nutrición un ejemplo de buen desayuno sería el formado por una pieza de fruta, lácteos (leche o yogurt) y cereales o pan integral.
Lo que se pretende con una buena alimentación es que cuando comencemos a esquiar haya glucosa en sangre y que, por tanto, tengamos energía para poder ir gastándola a lo largo de toda la jornada. Para ello es necesario tomar alimentos que contenga hidratos de carbono que son la principal fuente de energía y productores de glucosa. Por ejemplo, el pan y los cereales.
En este caso, se recomienda la ingesta de cereales integrales porque es un alimento que tiene un índice glucémico más bajo, es decir, que la absorción de la glucosa es más lenta y por tanto sus efectos se prolongarán durante más tiempo. Este mecanismo se debe al efecto que ejerce la fibra.
La conclusión es que es importantísimo tomar un desayuno completo, equilibrado y rico en hidratos de carbono antes de lanzarnos a las pistas. Según los expertos en nutrición un ejemplo de buen desayuno sería el formado por una pieza de fruta, lácteos (leche o yogurt) y cereales o pan integral.
Una vez que hemos empezado a esquiar y en dependencia de la intensidad del ejercicio físico, será importante hacer pequeñas ingestas cada 40 minutos aproximadamente. Es importante no comer mucho para que la digestión de hidratos de carbono no sea pesada. Y ¿qué comemos durante la jornada de esquí? Como no tenemos la nevera ni la despensa a mano en ese momento, se recomienda llevar barritas energéticas o frutos secos ya que son alimentos muy energéticos y con un alto contenido de glúcidos (hidratos de carbono).
Tampoco tenemos que olvidarnos de la hidratación. Es muy importante beber agua a lo largo de toda la mañana de esquí, aunque no tengamos sed especialmente. Además del agua también se recomiendan las bebidas isotónicas que tienen un efecto 2X1: no sólo hidratan sino que también dan energía ya que contienen pequeñas cantidades de glúcidos. Una bebida de este tipo sería por ejemplo el Aquarius.
Una vez que hayamos terminado de esquiar es imprescindible volver a recargar las reservas de energía corporales, por ello se recomienda seguir una dieta basada en proteínas y de nuevo, hidratos de carbono. Así conseguiremos la recuperación muscular y llenar los depósitos de glucógeno. Como ejemplos de este tipo de comida se recomienda tomar spaghettis integrales con carne picada o ensalada/verdura + legumbres con arroz. Ambos menús con un alto nivel proteico y de hidratos de carbono.