A pesar de todas las dificultades que encuentran por el camino el Pirineo todavía es un remanso de paz para muchos animales. Algunas especies incluso han encontrado en sus valles y escondites montañosos un lugar perfecto como refugio. Con el tiempo, los animales del Pirineo se han convertido en una estampa típica de muchos paseos por el entorno de Ordesa o del Parque Natural Posets-Maladeta.
El listado de animales del Pirineo aragonés es amplio. Sobre todo por la gran extensión de terreno que abarca. Sarrios, marmotas, cabras, vacas o caballos te los puedes cruzar con más o menos facilidad. Más complicado es poder ver de cerca al oso pardo, a un ciervo o un urogallo, todos ellos bastante más huidizos. Si miras al cielo, tarde o temprano veras la imponente figura voladora del Quebrantahuesos, con un 80% de la población instalada en la zona pirenaica de nuestra comunidad.
Tierra de osos
Tras desaparecer en 1990 del área del Pirineo central, los osos pardos ya dejan desde hace varias décadas sus huellas de nuevo en los senderos. Gracias a la reintroducción de ejemplares eslovenos encuadrada dentro del programa Piroslife han vuelto a los valles. Es -sin duda- uno de los más imponentes animales del Pirineo: las hembras pueden pesar entre 75 y 140 kilos, mientras que los machos pueden alcanzar los 250 kg.
Seguir su rastro (por las pisadas o el pelo que desprenden) no es complicado. ¡Presta atención en tu próxima salida!
El oso pardo se ha asentado especialmente en zonas del pirineo de Lleida, pero ha encontrado en el entorno del Parque Natural de los Valles Occidentales un territorio perfecto para hacer algunas incursiones. Y es que este animal no entiende de fronteras, y tampoco tiene problemas para recorrer grandes distancias. Es en este parque natural, cuyos límites se extienden casi hasta Canfranc (abarcando las cabeceras de los ríos Veral, Aragón Subordán, Osia, Estarrún y Lubierre) es donde se encontrará en más de una ocasión con urogallos.
Esta especie de ave es una gran aficionada a los terrenos montañosos como los del Parque Natural de los Valles Occidentales. Un espacio con semejanzas a la cordillera cantábrica, donde también se ha asentado con éxito.
El ciervo, mucho más allá de la Ciudadela
Los ejemplares que se pueden ver en el foso de la Ciudadela de Jaca son, probablemente, los más famosos entre la extensa población de ciervos que se puede encontrar en los Pirineos. Pero no se puede olvidar que este animal está extendido por toda la zona aragonesa. Ver alguno de cerca resulta más fácil de lo esperado. Lo mismo sucede con los corzos, habituales inquilinos de, entre otros muchísimos espacios, de la senda de los Cazadores de Ordesa.
Más cerca del agua, y también en Ordesa (que recordemos es reserva de la biosfera) puedes encontrar nutrias, uno de los animales acuáticos por excelencia y que no se instala en cualquier lugar: su presencia es señal inequívoca de una buena calidad del agua.
¿Sabes un rincón para verlos con relativa facilidad? Cerca del refugio de Bachimaña (Panticosa).
De nuevo hay que mencionar Ordesa pero para hablar de la marmota, otro animal del Pirineo que se ha extendido rápidamente en poco tiempo y cuyo silbido se ha convertido en un ingrediente característico de muchos paseos y rutas por este parque nacional, que disfrutamos en nuestra propia casa.
¿Y si miras al cielo?
Casi seguro que podrás ver, más tarde o más temprano, la figura del Quebrantahuesos. El 80% de los ejemplares de esta ave vive en el Pirineo. Que las cifras no te engañen: siguen en peligro de extinción. Construyen sus nidos en áreas con acantilados. Durante mucho tiempo se han alimentado del ganado sin vida que encontraban en los campos. Ahora lo tienen un poco más complicado. Los usos ganaderos más tradicionales se han ido perdiendo y no lo tienen tan sencillo para encontrar comida.
Un parque de animales en el Pirineo aragonés
Ver a todas especies de cerca y en libertad es complicado. No todos son tan tranquilos o confiados. Como lo pueden ser las vacas que pastan a lo largo y ancho del Pirineo. Por eso, el parque faunístico de Lacuniacha se ha convertido en una atracción perfecta para ver a los animales del Pirineo más escurridizos. Aquí viven en un entorno de semilibertad y se pueden contemplar a lo largo de un recorrido de montaña de unas tres horas. Perfecto, de hecho, para realizar con niños. Pero no olvides: son animales y tienen sus biorritmos, así que no te enfades si alguno está escondido o le pillas durmiendo.
Puedes reservar tu visita al parque faunistico Lacuniacha directamente desde Viajes Aramón, la Agencia Oficial de Viajes del grupo.