Fue un 26 de diciembre de 1971 cuando los primeros esquiadores disfrutaron de la estación de Cerler. Ese día se inauguraron los telesillas de Pllan d’Estan y Robellóns, y los telesquís Cogulla y Farnuserals. Un sueño hecho realidad. Un proyecto que llevaba años gestándose y que desde entonces ha seguido creciendo en un valle volcado con el turismo de montaña y situado a los pies de los grandes tresmiles del Pirineo. Esta temporada celebramos el aniversario de Cerler, una estación que enamora.
El día posterior a Navidad, el 26 de diciembre, fue el primero en el que los esquiadores se deslizaron por las pistas de Cerler haciendo uso del forfait. Era la materialización de un proyecto que se gestó en la década de los ´60 con la declaración de Cerler como Centro de Interés Turístico Nacional (1966), y la construcción de la carretera que conectaba Benasque y Cerler (1967).
Medio siglo, unas bodas de oro, en las que Cerler ha seguido trabajando, evolucionando hasta convertirse en una de las grandes del Pirineo. Siempre buscando la mejora de los servicios de la estación, adaptándose a los esquiadores y a la evolución del deporte. Un trabajo que ha asegurado una forma de vida a los habitantes de estas montañas y valles. Y que sigue mirando al futuro con optimismo, el de seguir creciendo, el de seguir siendo una de las grandes, el de estar considerada como una de las mejores estaciones de esquí otros 50 años más.
La cumbre, Gallinero
En este aniversario de Cerler, echamos la vista atrás para contaros un poco la historia de este complejo, un centro que es uno de los principales motores económicos del valle. En su primera década, la de los ´70, se construyeron también los primeros hoteles en Cerler. A esos cuatro primeros remontes, pronto se sumaron otros nuevos y la estación amplió su dominio al vecino Valle de Ampriu. Lo hizo tanto por remonte y pistas (1976 telesquí Gallinero), como por carretera, teniendo así una segunda entrada a la estación. Se trata de la construcción de la carretera que unía Cerler con el Llano del Ampriu se inauguró en 1977.
En la década de los ´80 fueron los propios habitantes del valle, tanto ayuntamientos como particulares, los que, no sin esfuerzo, tomaron las riendas de la estación para continuar con su crecimiento y posicionamiento como uno de los mejores destinos del Pirineo. Gracias a ello, en los primeros años de la década de los ´90 se estrena el sistema de innivación (1991), y el primer telesilla desembragable que alcanzó la ya mítica cota del Gallinero (1992). Es la cumbre de la estación con sus 2630 metros.
La década finalizó con la renovación de las antiguas instalaciones con modernos telesillas (1997 inauguración del telesilla El Molino), y la puesta en marcha de la primera página web (1999), el germen de esa apuesta digital que hoy sigue estando presente.
El salto al nuevo siglo estuvo marcado por la integración en el entonces recién creado Grupo Aramón (2002), lo que le permitirá dar un nuevo impulso a nuestra querida estación, continuando de forma ininterrumpida con las mejoras hasta el día de hoy. Un proyecto que no queda aquí, un proyecto que sigue apostando por crecer y mantenerse en lo más alto.
Cerler, el sueño de muchas personas
Cerler es un sueño que agrupa la ilusión de muchas personas, tanto de habitantes del valle como de sus visitantes, sean habituales o primerizos. Un sueño que enamora y que no quiere parar de proporcionar nuevas emociones a sus visitantes, y también un futuro para los habitantes del entorno. Y prueba de ello es, que en este año 2021 en el que celebramos el 50 aniversario de Cerler, la estación inicia la ampliación hacia el vecino valle de Castanesa, lo que proporcionará al territorio de Castanesa y Montanuy un atractivo turístico compatible con la ganadería.