Aprender a esquiar es ahora más fácil que nunca y hay pocas actividades más divertidas que el esquí. Requiere algo más de preparación que otros deportes. Necesitas una equipación muy concreta, desplazarte a una pista de esquí y practicarlo en invierno al aire libre. Luego está la actividad en sí.
Esquiar requiere calzarte unas botas de astronauta, engancharte los esquís y bajar por una cuesta nevada y resbaladiza.
Todo esto puede sonar como una pesadilla para los no iniciados, pero si terminas de leer este post estamos seguros de que llegarás a la misma conclusión que nosotros, aprender a esquiar es ahora más fácil que nunca y hay pocas actividades más divertidas que el esquí.
Todos los obstáculos que podáis pensar para no aprender a esquiar ya han sido resueltos por las empresas que se dedican a promocionar y dar cobertura a este deporte, desde los fabricantes de los equipos a las estaciones de esquí como las que conforman Aramón. ¡Así que si quieres aprender sigue leyendo!
Razones por las que aprender a esquiar es más fácil ahora
Estás son algunas de las razones:
Zonas reservadas a aprender:
Las zonas reservadas a principiantes son más accesibles que nunca. La imagen anticuada de novatos siendo arrastrados monte arriba es cosa del pasado. Las estaciones de esquí tienen zonas reservadas para aprender a esquiar, de forma que la evolución sea natural y basada en lo que vas aprendiendo.
Si has llegado ya a tu primera clase no tendrás problema alguno. Sigue las instrucciones de tu profesor y verás como aprendes de forma continua y ràpida.
Pistas para todos los niveles
Podrás esquiar en pistas que están diseñadas para tu nivel de esquí.
Las escuelas de esquí han evolucionado mucho:
Existen clases de esquí pensadas para que realmente aprendas a esquiar de la forma más correcta y más rápida. Cuando vayas a aprender a esquiar la escuela te lo pondrá fácil. Te agrupará con gente de tu mismo nivel y te llevará a la zona más apropiada para aprender a esquiar. Además podrás acceder a clases privadas si es lo que prefieres.
La equipación es mucho mejor:
En tiempos pasados se asumía que unas botas de esquí te harían daño, y que en general la experiencia podría ser incómoda hasta conseguir acostumbrarnos. Esto ya no es así. Las botas ya no son artilugios de tortura. Es cierto que no son zapatillas de running, pero no te tienen porqué hacer daño.
Los esquís no son iguales para todos. Un principiante podrá usar esquís que son más cortos, más ligeros y con mayor curva para facilitar el aprendizaje. Ya tendrás tiempo de elegir tus esquís definitivos una vez haya aprendido lo básico.
Te sorprenderá lo que ha avanzado la tecnología del esquí. La imagen negativa que pudieras tener no se ajustará a la realidad.
Aprender a esquiar es accesible para todos:
No hablamos solamente de ser accesible a personas con discapacidad. Aprender no requiere caerse constantemente. De hecho es muy posible que no sufras una sola caída en tu primera semana de esquí.
¿Quieres aprender a esquiar con Aramón? No lo dudes y ponte en contacto con nosotros.