Situada en el Valle de Benasque y rodeada por los picos más altos de los Pirineos, la estación de esquí de Cerler combina paisajes espectaculares con propuestas pensadas para disfrutar tanto dentro como fuera de las pistas. Desde actividades exclusivas hasta opciones gastronómicas y un après-ski incomparable, Cerler ofrece experiencias diseñadas para todos los gustos.
Abrir Huella: se el primero en deslizarte
Cada mañana, un grupo reducido de esquiadores tiene la oportunidad de estrenar las pistas antes de su apertura al público. Esta experiencia única incluye tres descensos exclusivos, entre los que destacan la amplia pista de Cogulla y el recorrido desde Gallinero hasta Ampriu, siempre sobre nieve recién pisada. La experiencia concluye con un desayuno completo en la cafetería de Ampriu, ideal para empezar el día con energía.
Skyline: atardecer y descenso nocturno
Skyline invita a descubrir los Pirineos desde el Rincón del Cielo, un mirador privilegiado donde contemplar una puesta de sol inolvidable acompañado de una copa de champagne. La experiencia continúa con una merienda en la acogedora pizzería El Bosque, perfecta para reponer fuerzas antes de descender las pistas bajo la luz de la luna y los frontales. Para quienes deseen prolongar la jornada, el Remáscaro Après-ski ofrece un ambiente festivo para cerrar el día.
Cenas en El Bosque: gastronomía en un entorno mágico
Las cenas en El Bosque son una experiencia única para los amantes de la buena gastronomía y los paisajes de montaña. El restaurante está situado en un enclave rodeado de pinos, y ofrece cenas únicas que comienzan con un traslado en máquina ratrack hasta esta acogedora cabaña. El menú incluye platos de alta montaña, postres caseros y una cuidada selección de vinos. Una experiencia inolvidable.
M Experience: música, diversión, y après-ski en Cerler
En Cerler, M Experience transforma la estación en un lugar donde la música, la nieve y el entretenimiento se fusionan. Durante el día, la terraza de Colladeta Burger ofrece música en vivo con vistas panorámicas a los tresmiles más imponentes del Pirineo, creando el ambiente perfecto para una pausa entre bajadas. Por la tarde, Remáscaro se convierte en el epicentro del après-ski, Este espacio combina diversión y un escenario único: una máquina pisapistas transformada en cabina de DJ. Aquí, las sesiones de música en directo se convierten en el broche perfecto para los días de esquí en el Valle de Benasque.