¿Qué harías sin tu mochila de esquí? Allí llevas la crema protectora, el cacao, un gorro, tu cámara, a menudo un bocata o una bolsa de frutos secos, algo de chocolate y, cómo no, tu inseparable botella de agua.
Pero ¿estás seguro de que el modelo que has escogido es el mejor para ti y para la actividad que desarrollas? Hay muchos tipos de mochilas, de distintas formas, tamaños, colores y diseños, que podrían despistarte de tu verdadero objetivo: encontrar la mochila que mejor se adapte a tus características físicas, tu actividad y lo que realmente necesitas transportar.
Es fundamental que la mochila se adapte a tu cuerpo. Un error común es llevar la mochila mal colocada, demasiado alta o baja, con las cinchas demasiado apretadas… lo que acaba generando incomodidad y, a largo plazo, dolor de espalda. Recuerda que las cinchas del pecho y la cintura no son un mero adorno, están pensadas para que te ajustes la mochila al cuerpo y, de esta forma, el peso de tu mochila se distribuya uniformemente –no sólo sobre tus hombros- y puedas moverte con comodidad. Y, antes de comprar una mochila, comprueba que puedes manejar todos los cierres y enganches con tus guantes de esquí.
Para una jornada de esquí no suele ser necesario transportar demasiado material en la mochila –salvo si haces una larga travesía fuera de pistas- por lo que una buena opción es escoger una mochila ligera, con dos o tres compartimentos independientes y con la parte trasera acolchada, ya que se adaptará muy bien a tu espalda y te permitirá descender por las pistas con total comodidad.
A la hora de elegir tu mochila debes prestar también mucha atención a su capacidad y la facilidad de acceso a los distintos compartimentos. Prácticamente todas las mochilas deportivas, por sencillas que sean, tienen ya un acceso trasero al compartimento principal. Así te resultará mucho más fácil encontrar las cosas cuando tengas todo el material dentro de la mochila. Y es esencial disponer de distintos compartimentos para acceder fácilmente a tu cámara de fotos, tus gafas de ventisca o la crema protectora. Repasa primero cuántas cosas necesitas transportar y luego decide entre la amplia oferta del mercado, ya que si lo haces al revés podrías dejarte llevar solo por el diseño.
Una mochila de montaña no muy grande, de tejido ligero y con estilo urbano es una buena opción para los riders que buscan una mochila cómoda y liviana con la que poder moverse libremente mientras hacen sus saltos y piruetas freeride.
Ahora que ya sabes cómo debe ser tu mochila de esquí, no olvides pensar en qué llevar en ella.
¡Disfruta de la nieve de forma cómoda con todo lo que necesitas en tu mochila!
marzo 11, 2016
Cómo debe ser tu mochila y qué llevar en ella
¿Qué harías sin tu mochila de esquí? Allí llevas la crema protectora, el cacao, un gorro, tu cámara, a menudo