El Pirineo es un escenario perfecto para una variedad de planes increíble. En cualquier estación le puedes sacar provecho, incluso el otoño. Para muchos es una época más apagada, pero esto no es realmente así. ¿Alguna vez has vivido la experiencia de pasar una jornada de recogida de setas? Los meses otoñales son los mejores y descubren a los visitantes frondosos bosques repletos de múltiples especies.
Tipos de setas en el Valle
El Boletus edulis, los níscalos, el rebozuelo, el agaricus campestre o el Pleurotus eryngii (o seta de cardo) son algunos de los nombres de setas más comunes del Pirineo. Solo el Valle de Tena ya te permite una incursión a fondo en esta actividad: desde Biescas hasta Sallent de Gállego, pasando por Hoz de Jaca o Piedrafrita no tendrás problemas para encontrar numerosas pistas que conducen a multitud de bosques para disfrutar de este plan de ocio.
Dependiendo de tu itinerario te llevarás contigo una cesta repleta de hongos y fotos tan cautivadoras como las del embalse de Lanuza o de Bubal desde la propia Hoz de Jaca. ¿De verdad no quieres vivirlo?
¿Te animas a recoger setas? Estos son los consejos imprescindibles
Pide permiso
En Aragón la recogida de setas está regulada y es necesario pedir (y abonar) los permisos correspondientes en los ayuntamientos responsables de regular esta actividad. Incluso en muchos casos es necesario pedir una llave para acceder a las pistas forestales. Si tienes dudas, asegúrate de los trámites necesarios antes de iniciar tu recorrido. Además de estar regulada, la Guardia Civil se ocupa de que los recolectores cumplan con las normas y te pedirán las responsabilidades oportunas. Sobretodo si no has cumplido con la ley.
La guía es imprescindible
Para llevar una guía no debería importar mucho si eres o no un gran experto. Nunca está de más tenerla mano. Ten en cuenta que el mundo de las setas es muy amplio, e incluso hay guías que recogen las características de más de 500 setas y hongos diferentes. Una buena guía debería tener descripciones a fondo macro y microscópicas de cada hongo y un gran repertorio fotográfico, tal y como aconseja el Dr. Moreno Horcaja.
Equipamiento básico
Seguramente lo habrás escuchado hasta la saciedad, pero hay dos elementos que NUNCA le pueden faltar a un recolector de setas, aunque solo salga a por ellas esporádicamente: debes llevar contigo una cesta y una navaja. Las cestas son fundamentales porque permiten traspirar a las setas y así llegan en condiciones al momento de consumirlas. Además las esporas van cayendo mientras te desplazas, permitiendo su repoblación.
Recolectar setas requiere hacerlo con mimo. Entre los expertos genera mucho debate si deben recogerse a mano o con cuchillo, puesto que en función de la especie se podría usar una técnica u otra. Que la opción de hacerlo con cuchillo sea la ganadora se debe más a la pericia de los recolectores que a una norma explícita. Y es que, al fin y al cabo, siempre existe más riesgo de dañar el entorno haciendo la recogida a mano que con un cuchillo.
Con las setas no hay dudas
Se tiende a pensar que las setas de colores vivos y llamativos son venenosas, un extremo que no es cierto. La seta más popular es la Amanita y posiblemente también la responsable de alimentar este mito tanto tiempo. La única manera de corroborar que una seta es tóxica es contar la información adecuada en forma de guía. También con un experto micológico. No obstante, hay un consejo que sigue vigente y nunca pasará de moda ¿Lo conoces? Si tienes cualquier duda sobre la toxicidad de una seta, déjala donde está. Seguro que no muy lejos encuentras las adecuadas para llevar contigo.
Ahora que ya conoces los mejores consejos… ¿qué zona del Pirineo te gustaría conocer para recolectar setas?