Más de doscientas especies de aves sobrevuelan los cielos del Pirineo: buitres, quebrantahuesos, águilas, milanos… y también pájaros carpinteros, mirlos, herrerillos o pinzones. Cada vez son más los visitantes que, además de admirarlos espectaculares paisajespirenaicos echan la mirada hacia arriba para disfrutar del majestuoso vuelo de un águila, un buitre o un quebrantahuesos. Hablamos del turismo ornitológico, que tiene cada vez más adeptos, ya sea por el valle de Tena, el de Benasque o la Jacetania.
Al fin y al cabo, el Pirineo es un territorio inmejorable para disfrutar de la ornitología, como demuestran las rutas señalizadas por el Gobierno de Aragón en la Jacetania, el Sobrarbe y la Ribagorza.
¿Sabías que se ha prohibido escalar en la Foratata porque una pareja de quebrantahuesos ha anidado allí? Es un dato que revela la importancia de preservar el hábitat de las aves. Así que los escaladores deben evitar el sector suroccidental de la Peña Foratata, en Sallent de Gállego, “en aras de la conservación de la fauna amenazada”. La pareja de quebrantahuesos que ha anidado allí, como especie en extinción, cuenta con un régimen especial de protección para garantizar su reproducción, sin nada que interfiera en la fase de incubación o crianza. Por eso la prohibición se mantendrá, por el momento, hasta el 31 de julio.

Los quebrantahuesos, como su nombre indica, tienen el hábito de arrojar a sus presas desde grandes alturas para luego alimentarse de sus huesos, una vez rotos. Suelen anidar en zonas altas rodeadas de barrancos. Y son más difíciles de ver que otras especies similares, como los buitres leonados, que abundan en zonas como Guara o los Mallos de Riglos, donde se encuentra el Mirador de los Buitres–un balcón acristalado desde el que verlos a corta distancia- y el centro de interpretación de aves para aprenderlo todo sobre ellas. Desde allí es fácil ver a los buitres planeando a la altura de tus ojos.

Además de estas grandes aves rapaces, hay otras mucho más pequeñas, cuyo vuelo es menos impactante, pero que no dejan de sorprender a quien presta atención a sus trinos, su forma de hacer el nido o su atención a las crías, como el mirlo, el verdecillo o el pico picapinos. “No me canso nunca de ver asomar las crías de pico picapinos en el agujero del árbol”, dice Miguel Ramón Henares, un fotógrafo que es capaz de pasar horas ante estas aves, o ante los buitres, hasta que consigue sacar la imagen perfecta.
El pico picapinos es el más popular de los pájaros carpinteros, muy admirado por su llamativo plumaje y por los peculiares nidos que elabora, agujereando un tronco con su pico hasta conseguir hacer el hueco suficiente para alojarse con sus crías.

Ya sabes, en el Pirineo tienes mucho que ver, ¡y no sólo a ras de suelo!