Te gusta la nieve, no puedes pasar ni un fin de semana de invierno sin esquiar o hacer snow. Y te encanta hacer fotos y vídeos durante tus jornadas en la montaña. Pero, ¿te has planteado qué tipo de cámara te conviene más? ¿sabes cómo utilizar tu cámara para hacer el mejor encuadre y captar bien todos los detalles?
Con unos sencillos consejos podrás dejar la mejor constancia gráfica de tus recuerdos sobre la nieve y de los espectaculares paisajes que tienes a tu alrededor, tanto en fotografía como en vídeo. Puedes llevar tu cámara o tu móvil en la mano, utilizar un palo selfie o llevar tu videocámara en el casco, por ejemplo. Hay una amplia oferta de cámaras y videocámaras deportivas muy ligeras y con grandes prestaciones, como la posibilidad de usar el modo ráfaga –hasta 30 fotos por segundo– para estar seguro de que captas cualquier detalle del salto de un rider o la grabación en 4k, con la posibilidad de captar imágenes en slow motion y hacer composiciones en timelapse.
Sea cual sea tu elección debes pensar en tu comodidad. Está bien intentar conseguir las mejores fotos o vídeos, pero sobre todo, recuerda hacerlo sin caerte y sin entorpecer el paso de otros esquiadores ni darles un golpe con tu palo selfie. ¡No arriesgues tu seguridad en las pistas por sacar una buena foto!
Pero si con ninguno de estos consejos consigues hacer una buena foto, recuerda que en pistas siempre habrá uno de los chicos de fotobarrio para captar tus mejores giros.
Uno de los primeros consejos es tomar las imágenes en horizontal, especialmente los vídeos. ¿Por qué? Si luego quieres colgarlos en YouTube o difundirlos a través de las redes sociales, este es el formato mundialmente aceptado y con el que tendrás más posibilidades de convertirlas en virales. Aunque las cosas no dejan de cambiar en las redes e Instagram hace ya unos meses que dejó de aceptar sólo imágenes cuadradas -su seña de identidad- para permitir también las horizontales y verticales.
Uno de los grandes aspectos a la hora de tomar fotos en la nieve es la luz. Fotografiar un paisaje nevado no siempre es fácil, ya que la nieve hace las veces de pantalla gigante y refleja la luz con tal intensidad que puede traducirse en imágenes de tonos demasiado oscuros de las personas y objetos. Para evitarlo, no dispares tu cámara en modo automático. Por sencilla que sea tu cámara, seguro que dispone de un modo de escena para nieve y playa, que te ayudará a evitar imágenes subexpuestas. Prueba a disparar varias fotos en el mismo punto, subiendo el nivel de exposición, y compara los resultados obtenidos. ¡Te sorprenderás!
Lo mismo ocurre con el balance de blancos en un día de sol radiante, lo que podría dar como resultado un tono ligeramente azulado de la nieve. Haz pruebas con tu cámara compacta o con la de tu móvil hasta que logres que la nieve se muestre con su natural color blanco.
Y, aunque pueda parecerte extraño, en muchas ocasiones es aconsejable utilizar el flash, especialmente para los retratos, ya que la intensidad de la luz acentúa las sombras en determinadas zonas del rostro.
Finalmente, un consejo: evita que tu cámara sufra cambios bruscos de temperatura y, guárdala en su bolsa o en tu mochila, bien protegida, para evitar que se produzcan condensaciones. ¿A qué esperas para disfrutar de la nieve con tu cámara?
Pero si con ninguno de estos consejos consigues hacer una buena foto, recuerda que en pistas siempre habrá uno de los chicos de fotobarrio para captar tus mejores giros.