¿Sabes qué es una borda?, tal vez has comido en alguna sin saber cuál es su origen. Se trata de construcciones rurales, normalmente aisladas, que se utilizaban para resguardar el ganado, almacenar productos agrícolas o la comida de los animales.
Muchas de estas bordas, tras décadas de inactividad, se han transformado en los últimos años en estupendos restaurantes de comida casera, con platos tradicionales, carnes a la brasa, migas a la pastora y productos de la tierra. O en casas rurales donde alojarse rodeados de amplios jardines y un entorno natural espectacular. Hoy vamos a hacer un recorrido por algunas de estas bordas en el valle de Tena.
La Borda del Bosnerau, en pleno centro de Biescas, es un restaurante en el que disfrutar de una buena comida casera, con deliciosas tapas que mezclan lo mejor de la cocina aragonesa con algunas recetas vascas y venezolanas -de donde procede la pareja que regenta la borda-. Allí puedes degustar platos de cuchara o carnes a la parrilla, y unas sabrosas migas, tanto al estilo tradicional, como en su variedad al queso roquefort. La fusión de cocina española y venezolana da un plus a los platos tradicionales y puedes probar, por ejemplo, una ensalada con queso de Radiquero aliñada con una vinagreta de mango y nueces.
La Borda de Pastores, en la Pardina de Ayés en Sabiñánigo, es un parque de divulgación sobre la ganadería ovina tradicional y su rico patrimonio cultural. Esta vieja casona de ganaderos fue construida en piedra y madera y ha sido reconvertida en alojamiento de turismo rural con todas las instalaciones necesarias para ofrecer una estancia confortable pero manteniendo el sabor rústico y muchos de los detalles que revelan sus orígenes.
Pastor por un día
La borda ofrece la posibilidad de vivir experiencias únicas y diferentes relacionadas con el pastoreo y los rebaños. Puedes alojarte allí, vivir la experiencia de ser pastor por un día… o disfrutar de una relajada estancia en permanente contacto con la naturaleza. Y, cómo no, puedes degustar el completo menú típico pastoril, compuesto por ensalada, unas deliciosas migas de pastor y ternasco de Aragón a la brasa.
La Borda de Marco, en Gavín -a apenas 3 kilómetros de Biescas por la carretera que conduce hasta Broto- es una antigua borda familiar rehabilitada para convertirla en alojamiento. El edificio mantiene elementos de la vieja borda, como el subidor -una rampa que se utilizaba para subir el grano y la paja-.
Y en Escuer -entre Biescas y Sabiñánigo, al borde de la N-260- está la Borda Os’Pericos, inaugurada como casa rural hace diez años, con todas las comodidades y un jardín con barbacoa pero manteniendo la esencia de la antigua edificación.
Ya sabes, en cualquiera de estos establecimientos podrás sentir el sabor especial de una antigua borda aragonesa.