Si te gusta el esquí y quieres disfrutar de tu deporte favorito con la máxima seguridad posible, tienes que hacerte con tu propio casco de esquí, que se adapte a ti y que sea el adecuado para ti en función de cómo lo vayas a usar.
Por qué usar casco esquiando
Usar casco cuando esquías puede evitar una lesión grave en la gran mayoría de los casos de caídas. Si es tuyo propio, podrás adaptarlo a ti eligiéndolo en base a una serie de características que le convertirán en una opción óptima e ideal ya que se ajustará a lo que necesitas.
Tu casco tiene que ofrecerte máxima seguridad y confort y tienes que asegurarte algunos aspectos como un buen ajuste o que sea la talla adecuada para tu cabeza de forma que se adapte correctamente. Además, tienes que considerar tanto los materiales (encontrarás espumas y textiles ergonómicos o termoformados) así como que cuente con la debida homologación específica.
Importante recordar que tu casco tiene que encajar bien con tus gafas por lo que o bien te aseguras de que encajan o te compras un casco de esquí con visera.
Consejos para comprar tu propio casco
Como te comentábamos, hay que tener en cuenta una serie de aspectos básicos para tu seguridad a la hora de elegir casco. Por ello, para esquiar de forma segura, te recomendamos tomar nota de estos consejos que te serán muy útiles cuando vayas a comprar tu propio casco de esquí:
– Cuando adquieras tu casco tienes que pesarlo ya que cuanto más peso, más cansancio puede provocar en los músculos del cuello. Un casco ligero recomendado estaría por debajo de los 400 gramos.
– Asimismo, tienes que elegir entre abierto o integrado. Si vas a practicar esquí de forma no profesional, se recomienda que sea un casco abierto.
– Tienes que ajustarlo bien a tu cabeza, por ello tiene que considerar la medida del casco que compres. La medida correcta sería la de la circunferencia de tu cabeza (2,5cm aproximadamente por encima de las cejas).
– Para adaptar de forma correcta el casco a tu cabeza contarás con una variación entre 0 y 5 cm ajustable. Lo más común es que puedas adaptarlo mediante rueda giratoria, aunque hay cascos que se ajustan a través de un elástico o relleno.
– Tu casco debe de tener una buena ventilación, de forma que la cabeza transpire. Mientras esquías, lo normal es que se libere calor y un casco que no ventile bien puede provocar malestar.
– Renueva tu casco cada 3 años para una mayor seguridad en tu deporte favorito.
Este invierno, te esperamos en las estaciones de Aramon para disfrutar juntos de la nieve de forma segura.