En el Balneario de Panticosa encuentras y disfrutas decenas de razones para que tu mente desconecte de todo: burbujas que mecen suavemente tu cuerpo, una relajante cortina de agua sobre tu cabeza y tus hombros, un masaje descontracturante para aliviar cualquier tensión corporal… ¿qué más se puede pedir? ¿Que sea en un entorno natural y que a través de los amplios ventanales puedas disfrutar de un espectacular paisaje de alta montaña? Deseo concedido: aquí alcanzarás un punto de relajación desconocida mientras cenas o tomas algo con el imponente lago de Panticosa o todos sus picos de fondo.
¿Por qué el Balneario de Panticosa es único?
Por ejemplo, porque el agua del manantial de Tiberio brota a 53º C, tiene propiedades analgésicas y es beneficiosa para el tratamiento de enfermedades óseas, reumáticas y cutáneas, además de mejorar los problemas asmáticos y los cuadros de estrés. Gracias a su elevado índice de azufre las aguas de este rincón también contribuyen al embellecimiento y la regeneración de la piel.
El balneario de Panticosa está situado a 1.636 metros de altura y rodeado de picos de más de 3.000 m, en el corazón del Pirineo aragonés, a tan solo 8 km de la estación de esquí y del pueblo que llevan su nombre. Una serpenteante y empinada carretera conduce a este espacio privilegiado, un lugar con mucha historia ahora reconvertido en un moderno resort de montaña en el que disfrutar de más de 8.000 metros cuadrados dedicados al poder del agua termal.
Pero no solo disfrutarás del balneario: una vez llegas a este rincón puedes elegir entre dos hoteles de cuatro estrellas –Hotel Continental y Gran Hotel-, además de varios restaurantes y bares. Además, el lago de Panticosa te permite subir a una barca y remar, en un entorno que invita al relax, pero también a las actividades al aire libre: puedes subir un tresmil (Picos del Infierno, Garmo Negro, Argualas…) o hacer excursiones más sencillas como la que lleva hasta la cascada del pino, perfecta para caminar con niños y que ofrece unas inmejorables vistas aéreas.
El Balneario de Panticosa y su historia
Este espacio tiene sus orígenes en la era romana, aunque su época dorada no llegó hasta el siglo XIX y principios del XX, cuando se convirtió en una de las grandes villas balnearias de España. Por allí pasaron desde el presidente de la II República Niceto Alcalá Zamora hasta el premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, que acudió a Panticosa para recuperarse de una enfermedad pulmonar.
Tanto en el Gran Hotel del Balneario de Panticosa como en el Hotel Continental puedes disfrutar de sus zonas de spa con circuitos termales, que recorren varias piscinas cubiertas con diferentes temperaturas y sistema de hidromasaje. Escoge entre una amplia variedad de masajes (sensorial, antioxidante o con chocolate, entre otros muchos) o uno de los tratamientos termales, que siempre cuentan con la supervisión de un médico en el caso de los programas termales médicos y circuitos antiestrés.
¿Te imaginas bañarte en agua caliente, al aire libre y en pleno invierno? Puedes hacerlo en la piscina descubierta, todo un atractivo para los meses de más frío. Vivirás un baño totalmente distinto a lo que has conocido hasta hoy. Por supuesto, los niños no quedan a un lado dentro de todas las actividades disponibles y disponen de su zona privada de baño.
Ya lo has visto: sea cual sea la temperatura de Panticosa, aquí es fácil olvidarse de las prisas, el estrés y las preocupaciones. ¿A qué esperas para probar? Reserva ya tu estancia con Viajes Aramón. Agencia oficial y 100% personalizado.