Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido un antojo. Un deseo impulsivo por algo, en la mayoría de las ocasiones, culinario.
Fidel Tejero nació en Ávila hace 66 años. Es uno de los pocos hosteleros en activo en el valle de Tena que vio crecer la estación de Formigal. Y también una persona con antojos… Antojos que en esta temporada 2015-16 quiere compartir con todos aquellos que visiten “El Capricho de Fidel”, un nuevo espacio gastronómico creado en su hotel, el Villa de Sallent, en la urbanización de Formigal.
Terrina de foie de las Landas hecha en casa con trufa y mermelada de pétalos de violeta. El nombre de este primer antojo ya engancha…. Pero si lo pruebas… engancha más aún.
Un buen aperitivo, ¿no crees? Pero ¿qué te parece éste?
A nosotros se nos hace la boca agua…
Fidel llegó al valle de Tena cuando sólo tenía 17 años. Su primer trabajo fue en el recién inaugurado Hotel Formigal. Tanto el hotel como la estación tenían sólo un año de vida. Era el momento en el que el proyecto del abogado Ramón Sainz de Varanda y el resto de la sociedad Formigal S.A. empezaba a ver la luz con sus primeros remontes y edificaciones. Y la urbanización Formigal y todos los pueblos aledaños comenzaban a recibir a los primeros esquiadores del valle de Tena.
“Yo me quedé a trabajar porque me enamoré del valle de Tena”, explica Tejero. “Aunque fue cuando decidí hacer mi propio negocio cuando me di cuenta realmente de que mi destino estaba entre estas montañas”.
Después de varios negocios de alquiler de esquís, Fidel decidió volver a lo que realmente le interesaba, la hostelería, y creó el “Restaurante Fidel”. Sin embargo, aún sentía dentro de él la inquietud de tener su propio hotel.
Así, unos años después, el 7 de julio de 1990 abría sus puertas el primer hotel Villa de Sallent. Un modesto edificio de 3 estrellas que ya empezaba a despuntar en su rica oferta gastronómica.
Fue 10 años después cuando concluyó la construcción del actual Hotel y Spa Villa de Sallent, un 4 estrellas que, entre la madera y las luces indirectas, ofrece el confort de un ambiente familiar, a la vez que sintetiza lo mejor de la tradición hospitalaria en el Alto Aragón.
Sin embargo, ha sido en esta temporada cuando Fidel ha decidido reinventarse con El Capricho de Fidel, a la vez que vuelve de nuevo a sus orígenes gastronómicos.
En su carta, abierta a todo aquel que quiera compartir estos caprichos con su creador, puedes encontrar platos como el “hojaldre relleno de manzana reineta y ciruelas de california con salsa agridulce, naranja y pistachos” o postres como la “tarta de dos trufas con salsa agridulce de frambuesa”.
“Quiero dar a todos los cosas que a mí me gustan. Son mis ‘pequeños antojos`”, explica este abulense. “Y quiero que aquellos que visiten la estación de Aramón Formigal-Panticosa o el valle de Tena en general vean la calidad que aquí podemos ofrecerles, y que vuelvan a casa con un bonito recuerdo, no sólo por la belleza de las montañas que nos rodean, sino también por la calidad de la comida que prueben”, añade.
“Sopa de frutos rojos con espuma de laurel y pimienta rosa”, “medallones de rape del Cantábrico al horno sobre tomate confitado”, “corazones de alcachofas bañados en su salsa con langostinos”…
Desde luego, a nosotros sus antojos ya nos han convencido… ¿y a ti?
diciembre 30, 2015
Los más exquisitos "caprichos culinarios", en un hotel de alta montaña
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