El Aneto, el Posets, los quebrantahuesos… En los Pirineos hay muchos reyes. Incluso algunos picos donde se juntaban los de Navarra, Aragón y Francia (Mesa de los Tres Reyes). Pero también hay muchas reinas como la flor de Edelweiss, una de las joyas naturales más valiosas de los Pirineos. Un auténtico emblema que no está exento de cierto halo de misticismo que la hace todavía más atractiva.
¿Dónde encontrar la flor del Pirineo?
Esta flor es una de las más buscadas de los Pirineos en su época de floración. Que tiene lugar entre los meses de julio y septiembre. ¡Importante! Se trata de un ejemplar en peligro de extinción, así que debe disfrutarse en su estado salvaje. Sin arrancarlas ni causarles ningún daño (De hecho, está prohibida su recolección silvestre). Si la quieres encontrar, tendrás que dar un paseo hasta, al menos, los 1.000 metros de altitud en zonas como Monte Perdido, el Valle de Pineta o el Cañón de Añisclo. Abre bien los ojos, porque además podrás contemplar otras plantas características de la vegetación de alta montaña.
Debido a sus pétalos carnosos recubiertos por una especie de pelusa blanca, también se la conoce como la flor de la nieve o la planta de las nieves, pero el Edelweiss se deja ver en pequeños grupos justo cuando menos nieve puedes encontrar en el Pirineo. No te dejes llevar por su imagen de fragilidad: se trata de una planta muy resistente al frío extremo, y además tiene propiedades naturales muy interesantes (se cultiva específicamente para conseguir algunos productos de bienestar y salud).
Una planta por la que merece la pena el viaje
Junto a otras flores tan carismáticas como los tulipanes o las camelias, la ‘flor del Pirineo’ bien merece que te calces las botas de trekking por ella. Suiza da buena cuenta de ello. En el país helvético también es posible encontrarla y hay rutas específicamente creadas para poder visitarlas cuando florecen.
En los Pirineos oscenses no existen tales rutas, pero eso no es óbice para que puedas deslumbrarte con ellas. No solo de las impresionantes estampas que la acogen, sino también del misterio que rodea a la flor de Edelweiss. Ha sido su belleza y la fortaleza extrema que le caracteriza dos de las razones que han alimentado las leyendas que sobre ella se cuentan. Dicen que en siglos pasados los hombres enamorados subían las montañas para conseguir una flor que entregar a sus amadas. Harta de las manos del hombre, la flor ascendía cada vez más para evitar que la cogieran.
También dice la leyenda que una estrella le confesó a la Luna que deseaba abandonar el cielo para convertirse en flor. Enfadada, la Luna envió a esta estrella a una de las montañas más altas de la tierra donde fue bañada por el manto blanco de la nieve y se terminó convirtiendo en la flor del Pirineo. Uno de los tesoros más bonitos que podemos encontrar en nuestras cumbres.
¿Conocías la flor de Edelweiss? ¿Sabías que existen otras flores muy características del Pirineo como el Zapatito de Dama?