Recorre con Goodyear 5 visitas imprescindibles en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. ¡El Pirineo aragonés te espera!
Declarado Parque Nacional en 1918, Reserva de la Biosfera en 1977 y Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1997, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es una de las maravillas naturales que jalonan la Península Ibérica. Pero ¿qué visitas no debes perderte en tu próxima escapada a este rincón del Pirineo oscense? ¿Qué lugares de los cuatro sectores: Añisclo, Escuaín, Ordesa y Pineta no debes dejar de conocer?
Un paraje de enorme belleza, flora y fauna protegida, vistas envidiables sobre el contiguo Valle de Bujaruelo (también declarado Reserva de la Biosfera), espectaculares pueblos detenidos en el tiempo en los municipios de Torla, Broto, Fanlo, Tella-Sin, Puértolas y Bielsa; la robustez del macizo de Monte Perdido, el punto más alto (con sus imponentes 3.348 metros) de este espacio natural único… Recorre con Goodyear 5 visitas imprescindibles en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. ¡El Pirineo aragonés te espera!
Con una media de más de 600.000 visitantes al año, más de 15.000 hectáreas de valles, cimas, cañones, cascadas y picos, 19 rutas que atraviesan el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de nuestros imprescindibles en España, la comarca de Sobrarbe se empeña en dar la bienvenida al visitante con una arquitectura rica y una gastronomía aún más sabrosa. ¿Por dónde empezar entonces?
Aínsa y Torla, pueblos con encanto
De todos los pueblos con encanto (y son muchos) que vigilan el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, nos quedamos con dos: Aínsa, por ser uno de las localidades incluidas en el listado de los pueblos más bonitos de España y otro Torla por ser la puerta de acceso al valle de Ordesa, una gran joya natural.
Aínsa es una máquina del tiempo. Su casco histórico (declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965), la iglesia parroquial de Santa María, el Castillo y la torre del homenaje, la Plaza Mayor con sus murallas medievales y la Cruz Cubierta son el testimonio de una Historia que en la comarca se vive y respira a cada paso.
Torla, ubicado en el valle glaciar del río Ara, es una ventana abierta al medievo. En el imaginario del visitante y también en su álbum de fotos, el monumento más representativo de la localidad es la Iglesia de San Salvador, erigido a sobre una gran roca, con vistas al valle. Si el paisaje y la arquitectura (Museo Etnológico, antiguo castillo con pinturas medievales de San Jorge matando al dragón, y las casonas de los siglos XIII-XVIII) te abren el apetito no olvides probar unas migas de pastor, cordero lechal y un buen vino del Somontano.
Pero hay más qué ver. El pueblo de Tella en el sector de Escuaín o Nerín en Añisclo son testimonios del pasado ganadero del Pirineo oscense. Broto y Fanlo son otras de las localidades que no debes perderte. Cerca de esta última se encuentra el el valle de Bujaruelo, refugio para especies más amenazadas del viejo continente, como el oso pardo pirenaico o el urogallo. Porque la naturaleza es poderosa hasta la última frontera del Parque Nacional.
Tierra de leyendas: la Brecha de Roland y Silbán el gigante
El río Arazas baja desde el glaciar del Monte Perdido por el valle de Ordesa levantando a sus costados paredes de vértigo. Arquitectura vertical con cornisas solo aptas para públicos con experiencia en montaña. Dice la leyenda que fue la espada Durandal la que, de un golpe, rompió la muralla rocosa, abriendo la hendidura por la que huyó Roldán, sobrino del emperador Carlomagno, herido y perseguido por las tropas musulmanas. Desde allí divisó por última vez su tierra. Un corte en piedra de 100 metros de alto por 40 de ancho, la Brecha de Roland, por el que contrabandistas, refugiados y trabajadores viajaron a lo largo de los años como ahora lo hacen excursionistas y montañeros.
Pero Ordesa y Monte Perdido esconde más leyendas. Silbán era un ser de proporciones enormes que vivía en el Sobrarbe, cerca de Tella. Vivía en una cueva, la Espluca de lo Silbán. En una de sus incursiones por los pueblos cercanos, Silbán conoció a la joven Marieta y la raptó para comérsela pero el encanto de la joven lo hizo cambiar de parecer poco a poco. Hasta que un día, Marieta consiguió escapar y regresar a sus pueblo donde se organizó una patrulla para envenenar al gigante Silbán. La leyenda no especifica si Silbán logró zafarse de los efectos del veneno suministras pero sí dice que si uno guarda silencio algunas noches se oyen los gritos y sollozos del Silbán, que sigue enamorado de Marieta.
Cañón de Añisclo
El Cañón de Añisclo, erosionado por el río Bellós, se prolonga a lo largo de casi 25 kilómetros, desde el Circo de Añisclo (a los pies de Monte Perdido) hasta el valle de Aso. Con una altitud mínima es de 700 m, en la Fuente de los Baños, y una máxima de 3.022 m, en la Punta de las Olas, se presenta como todo un reto de espectacular belleza con rutas para todos los públicos y otras más exigentes debido a la orografía del terreno.
La ermita de San Úrbez será nuestro punto de referencia para conocer la cueva del Moro, un ejemplo de la erosión kárstica de la montaña (el agua ácida modela la roca caliza a su paso), y las cascadas del Molino de Aso. El Puente de San Úrbez, construido en el siglo XVIII, atraviesa el río Bellós desde 30 metros de altura y es el inicio de una de las rutas más populares por el cañón de Añisclo. La impresionante cascada de Fuenblanca (a cinco horas de camino desde la ermita) es otro imprescindible dentro de este listado de visitas imprescindibles.
Ruta de las Cascadas
Antiguos glaciares y el río Arazas muestran en Ordesa su habilidad como escultores. El Arazas desciende por un cauce escalonado en una sucesión de cascadas: Cola de Caballo (en la cabecera del circo de Soaso, la cordillera coronada por el Monte Perdido), Gradas de Soaso, Cascada del Estrecho… Encima y en torno a las armoniosas Gradas de Soaso, aparecen zonas húmedas, las turberas, donde el agua aflora en superficie.
La ruta hasta la cascada Cola de Caballo por el camino clásico del valle de Ordesa es una de las excursiones más populares y conocidas de los Pirineos. 17´5 kilómetros que permiten disfrutar de las paredes del valle de Ordesa, excavadas por la erosión de un antiguo glaciar y los saltos de agua que el río Arazas deja a su paso como la cascada de Arripas, la cascada del Estrecho, las Gradas de Soaso… Duración: 4 horas ida y vuelta.
Monte Perdido, más de 3.000 metros de vértigo
Macizos calcáreos, valles, crestas, glaciares y enormes gargantas forman un paisaje de montaña único e irrepetible y sobre todos ellos el pico más alto: Monte Perdido, en aragonés As Tres Serols, es el macizo calcáreo más alto de Europa. Refugio de montañeros, protagonista de aventuras, el macizo incluye un glaciar en retroceso desde hace dos siglos pero igualmente espectacular (el cuarto más extenso de los Pirineos tras los del Aneto, Maladeta y Ossoue) suspendido sobre una gran pendiente entre los 2.700 y los 3.250 metros de altitud de su cara norte. Parte del macizo se interna al norte en territorio francés, formando parte del Parc National des Pyrénées, destacando el Valle y Circo de Gavarnie, otro impresionante circo glaciar que en su cabecera tiene la cascada más alta de Europa, con más de 400 metros de caída vertical.
Con más de 1.400 ejemplares de flora, 35 especies de mamíferos, 120 de aves tanto nidificantes como emigrantes, y diferentes clases de reptiles, anfibios y peces, Monte Perdido es el hogar de osos pardos, gatos monteses, urogallos, buitres leonados, quebrantahuesos, águilas reales…
A esta ruta incompleta de visitas por Ordesa, hasta el más novel de los visitantes añadiría sin remilgos un paseo más menudo por las Gradas de Soaso, la Cueva, el valle de Pineta y las gargantas de Escuaín… ¡Cuántos destinos imprescindibles aún nos quedan por conocer en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido! ¡Cuántas localizaciones de infarto con la naturaleza vibrando en cada estación del año nos quedan aún por ver!
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: información de utilidad
– Cómo llegar: en coche por autopista o en tren AVE hasta Huesca, a 96 km de Torla. El tren regional tiene parada en Sabiñánigo, a 40 km.
– En verano, un servicio de autobús traslada desde el centro de visitantes de Torla hasta el aparcamiento de La Pradera, en el valle de Ordesa.
– Centros de visitantes en Torla (puerta de acceso al valle de Ordesa), Escalona (Añisclo): Ctra. A-138, Tella (Escuaín): y Bielsa (Pineta)
– Ordesa es el valle más accesible.
– El cañón de Añisclo (de 12 km) se avista desde la carretera.