La práctica de deporte por parte de personas con discapacidad, como el esquí adaptado, es un elemento clave para avanzar en aspectos fundamentales de su vida cotidiana y tiene varios beneficios tales como:

Conocer y entablar comunicación con otras personas,
Mantener intercambios culturales, humanos y técnicos,
Aumentar la autonomía personal,
Fortalecer la autoestima y la autoconfianza
Mejorar las relaciones sociales

Es indiscutible que el deporte ofrece un gran beneficio a todas las personas que lo practiquen, pero para el deportista con discapacidad se le multiplica toda esa agilidad, orientación y motivación que el deporte le aporta. La práctica de un deporte, el cual demande a la persona tener que desenvolverse en un ambiente distinto al que está habituado, superarlo con creces, tolerar un entrenamiento que requiere de tiempo y esfuerzo y enfrentarse a otros competidores, genera en cualquier persona una mayor seguridad en sí mismo y hace que se sienta útil cuando ve los resultados que se logran progresivamente.
Pero, vamos a retomar un poquito de historia, ya que os puede resultar curioso y servir para ampliar algo de conocimiento en esta área.
En 1847 se edita el libro “Gimnasia para Ciegos” del Dr. Klein, pedagogo. Se habla ya de deportes para este grupo de personas.
Asimismo, podemos considerar el padre del deporte adaptado a Ludwig Guttmann, neurocirujano judío alemán exiliado en 1939, por la persecución nazi. En 1944 funda la unidad de lesiones medulares para pilotos lesionados en la Segunda Guerra Mundial y es Guttmann quien propone el deporte como rehabilitación.
En 1960 se llevan a cabo los primeros Juegos Paralímpicos y en 1969 nace en España el deporte adaptado. Fue, en este mismo año, cuando Bank-Mikkelsen propuso la integración de discapacitados como fenómeno socializador. Fomentó la idea de educarlos en centros normalizados integrados con el resto de alumnos. 

Y, ahora sí, ¿Qué beneficios aporta para el esquiador con alguna discapacidad tener una buena autoconfianza?

Activación de emociones positivas. Estudios realizados comprueban que aquellos deportistas que tienen mayor confianza, se encuentran aptos para interpretar su nivel de ansiedad frente a una competición de una manera más positiva que aquellos que no tienen desarrollada lo suficientemente su confianza.
Facilita la concentración.
Mejora las estrategias de juego. No tienen miedo a arriesgar.
 
Beneficia las metas planteadas. Se fijan metas que suponen desafíos cada vez más retadores.
Aumenta el esfuerzo
Revierte un momento psicológico negativo en uno positivo con cierta facilidad.
 
Mejora el rendimiento.

No podemos dejar de mencionar y destacar la importancia que tiene el deporte, en este caso es esquí, en el ámbito de la discapacidad. Las personas con diversas discapacidades tanto aquellos que nacieron con una o quienes la adquirieron por un accidente o alguna enfermedad, pueden seguir adelante con su vida y desenvolverse como lo hacen el resto de las personas integrantes de una sociedad.

Esquí adaptado para una mejora de sus autoestima y autonomía

Desde la psicología se debería trabajar en el apoyo de estos esquiadores para una mejora cada vez mayor de su autoestima y autonomía, lográndose, amabas, al adquirir una adecuada confianza en sí mismo, y por otra parte, desde el punto de vista cognitivo, trabajar en la motivación y la concentración de los mismos.

Para finalizar, también tenemos que tener presente que trabajar las frustraciones de los deportistas. Es muy importante en general, más aún cuando estamos frente a deportistas con discapacidad.
“Las trabas te las pone la mente en el cuerpo, si conservas tu fuerza de voluntad puedes salir adelante sin ningún problema”. Pablo Tovar, campeón de España en esquí náutico y en esquí alpino adaptado, modalidad slalom.
“Cada uno de nosotros lleva dentro de sí una chispa de fuego, una fuerza creadora. Todos somos especiales a nuestra manera, porque no existe un ser humano estándar o común. Todos somos diferentes”. (Stephen W. Hawking; Ceremonia inaugural Juegos Paralímpicos de Barcelona ´92).