Nadie está libre de caerse sobre la nieve cuando se practica esquí. Sobre todo, cuando das los primeros pasos en este bello deporte. Pero no te preocupes: cuanta más soltura ganas, menos veces darás con tus huesos en el suelo. Para evitar las caídas es fundamental mantener el equilibrio sobre los esquís y para conseguirlo, si eres principiante, lo mejor es contratar a un monitor que te ayude a lo largo de tus primeros pasos.
Nadie enseña como caerse
No tendría mucho sentido hacerlo, pero, aunque suene contradictorio, una caída a tiempo puede ser una victoria. Por ejemplo, cuando te bloqueas en una bajada, no dejas de coger velocidad y tu mente se bloquea por completo. Para evitar males mayores puedes ir tú mismo al suelo bajando la posición, flexionando las rodillas hasta que los glúteos estén muy cerca de los talones e incluso los toquen. Una vez en esta posición, déjate caer a un lado tratando de mantenerte lo más vertical posible. De esta forma la caída no será muy dura porque ya estás cerca del suelo.
¿Y una vez que me he caído?
El paso fundamental es descruzar los esquís y colocarlos perpendiculares a la pendiente, nunca mirando hacia abajo. Si lo haces te seguirás desplazando y levantarte será más complicado. Para que la ‘levantada’ sea buena, ten en cuenta que la posición de partida será lo más parecido a quedarte sentado sobre los esquís.
Los bastones son unos buenos aliados para volver a ponerte en pie. Los puedes clavar en la nieve para coger impulso, o cogerlos con una sola mano y utilizar la que te queda libre para hacer lo mismo. En cualquier caso, vuelve a llevar los glúteos cerca de los talones y junta todo lo posible los esquís.
Algunos consejos rápidos para caer y levantarse esquiando:
Cuando te caigas comprueba que llevas todo tu equipo contigo. Si pierdes un esquí no te quites porque así podrás mantener la estabilidad en la pendiente con el canto del que llevas puesto. Seguro que quieres levantarte cuanto antes, pero concédete un segundo y no te dejes llevar por la presión.
La postura es muy importante cuando hemos caído. Descruzar los esquís y que no miren a la pendiente parece un consejo muy básico, pero es clave para levantarse y por eso lo subrayamos.
No cometas uno de los errores más comunes de un principiante que se ha caído: poner las manos por detrás para levantarse. Si lo intentas, verás que lo único que conseguirás seguir deslizándote.
¡A veces caerse no es tan mala idea! Los esquiadores más novatos tienen mucho miedo a las caídas, pero en un momento de descontrol o en el que no sabes qué hacer, es mejor una caída controlada que terminar chocando contra una valla de seguridad, por ejemplo. ¡Confía en tus posibilidades, disfruta sobre los esquís y contrata un monitor! Hasta que no pruebes varias veces el suelo no podrás considerarte un auténtico amante de este deporte.