Si hay algo que ofrece el Pirineo aragonés durante el verano es una gran variedad de experiencias y sí, entre ellas hay algunas dedicadas al puro placer. En uno de los destinos de turismo activo por excelencia, también te puedes permitir realizar actividades tranquilas en las que solo tienes que activar los sentidos.
Lo primero que pensamos cuando hablamos de montaña, es en el paisaje, y los valles de Tena y de Benasque te ofrecen vistas de gran belleza: desde los bosques más frondosos, como el Betato, hasta las cumbres más elevadas como el pico Aneto. La cantidad de tonalidades de verde que podemos apreciar, la claridad del agua de los ríos e ibones o el color de las flores que nos acompañan por los senderos son un espectáculo para la vista. La contemplación del paisaje es un buen plan en cualquier momento.
Enoturismo y turismo termal, una historia de éxito en el Pirineo Aragonés
Si lo que queremos hacer es un homenaje a nuestro gusto y nuestro olfato, a los pies del Pirineo, en la comarca de Somontano, podemos encontrar una tierra única dedicada al vino; una denominación de origen que cuenta con 15 variedades de uva: el Somontano. La tradición de esta zona y el impulso de decenas de bodegas en los últimos años ha hecho de esta tierra una zona de enoturismo importante.
Y si hay una referencia en este tipo de propuestas, esa es la bodega Sommos, una marca que se ha hecho un hueco por la calidad de sus vinos, la modernidad de sus instalaciones y la innovación que aplican a sus procesos de producción. La visita a esta bodega es una gran experiencia, y no solo por la espectacularidad del edificio que la alberga, sino por el mimo con el que cuidan la materia prima, los caldos y a todos sus visitantes.
Es posible que hayas probado el vino de Sommos en alguno de los restaurantes de nuestras estaciones pero si no lo has hecho y estás en el Pirineo este verano, la visita y una cata en la bodega son un planazo.
El poder de las aguas termales va más allá del tacto del agua en la piel. Con efectos medicinales, las fuentes que emanan de lo más profundo de nuestras montañas ya se aprovechaban en la época romana. Y hasta nuestros días, un momento en el que el turismo termal está en auge.
Las propiedades mineromedicinales de las aguas del Balneario de Panticosa y la belleza de su paisaje, atraen a cientos de visitantes a este entorno. En la actualidad, con sus modernas instalaciones, el Balneario mantiene la elegancia de los edificios que hace cien años ya eran el marco perfecto para el descanso y el cuidado.
El Balneario de Panticosa está abierto todo el año pero es en verano cuando el día da más de si y se puede disfrutar de una experiencia de agua termal y montaña, más completa.
Con un carácter algo más urbano pero con el mismo espíritu de ofrecer momentos de relax a sus visitantes, el SPA del Gran Hotel Benasque, a las puertas del Parque Natural del Posets-Maladeta, es el lugar ideal para terminar una jornada de deporte y montaña. Algo tan natural como descansar se eleva a una gran experiencia en este entorno.
La observación ornitológica, diversión para toda la familia
Si miramos al cielo del Pirineo Aragonés podemos contar más de 200 especies de aves que, endémicas en este terreno, como el quebrantahuesos, o migratorias, como el alimoche, pueblan los bosques y las zonas rocosas de nuestras montañas. Si bien es difícil identificarlas a todas, sí que encontramos especies muy características y bien conocidas por su imponente presencia, como el buitre leonado o el águila imperial.
Solo en el valle de Tena te proponemos una decena de rutas ornitológicas diferentes con las que, además de avistar diferentes especies de aves, disfrutarás del paisaje y el patrimonio.