Si eres un aventurero y te gusta disfrutar de nuevas emociones, seguro que más de una vez has pensado en la posibilidad de sobrevolar el Pirineo. Ahora puedes hacerlo, en un planeador biplaza y acompañado de un instructor.  Disfrutar de los grandes picos pirenaicos desde el aire es una experiencia que no olvidarás. ¿A qué esperas para hacer tu vuelo de bautismo?
Se trata de hacer un viaje a bordo de un planeador biplaza, siempre bajo la supervisión de un instructor de vuelo. La aventura dura alrededor de media hora, más que suficiente para una primera experiencia de bautismo en el aire.

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¿Quieres saber más? Despegarás del aeródromo de Santa Cilia, a tan sólo 15 km de Jaca por la N-240, y volarás en el puesto delantero de uno de los planeadores biplaza disponibles en las instalaciones. Al tratarse de una aeronave sin motor, irá enganchada a un avión remolcador –con una cuerda de unos 50 metros de longitud-. De esta forma, la primera fase del vuelo se desarrolla a remolque del avión, para ir ganando altura durante un tiempo aproximado de diez minutos. A continuación, una vez que alcances una altura de 700 metros, llegará el momento de empezar a volar con tu planeador de manera independiente.
Ese será tu gran momento: disfrutarás de un tranquilo descenso, de un máximo de 25 minutos de duración, que te permitirá ir planeando mientras contemplas el entorno que rodea al aeródromo: la Canal de Berdún, el valle de Aísa y Aragüés, el arranque del valle de Hecho… y, cómo no, los picos del Pirineo aragonés.

 
La visión será más amplia cuanto más claro sea el día, pero lo que es seguro es que disfrutarás de unas vistas únicas del Pirineo, una panorámica a vista de pájaro que no olvidarás. Y un vuelo tan suave que te permitirá prestar atención a cada detalle.
Las corrientes de aire que se registran en la gran extensión transversal de la Canal de Berdún han convertido al aeródromo de Santa Cilia en uno de los más demandados por los especialistas y los aficionados al vuelo sin motor. Ha sido sede del Campeonato Nacional y recibe anualmente a centenares de aficionados de toda Europa. Seguro que recordarás este vuelo panorámico como una de las mejores experiencias que puedes disfrutar en el Pirineo. Y el aterrizaje te sorprenderá también por su suavidad.