Atravesar el Pirineo del Cantábrico al Mediterráneo no es una aventura fácil, ni al alcance de todo el mundo. Hablamos de una ruta de alrededor de 800 kilómetros, con el terreno más abrupto de la Península (que recorre el GR-11, la gran Senda Pirenaica, marcada en rojo y blanco) y que requiere de una buena preparación física y experiencia en montaña si decides hacerla completa a pie -aunque no es necesario ser escalador ni deportista de alto nivel para completar con éxito algunas etapas-.
Cada año son más los amantes del trekking que se animan a hacer esta ruta a pie por el Pirineo. También puedes hacerla en bici, a caballo… e incluso en moto, haciendo uso de la red de refugios disponibles en los distintos valles o parando en pueblos tras superar cada etapa. ¿Tienes tiempo y fuerzas disponibles para hacerla?
La ruta transpirenaica completa va desde el cabo de Higuer, en Guipúzcoa, hasta el cabo de Creus, en Gerona y suele hacerse en 44 etapas a pie. Pero nos vamos a centrar en el tramo aragonés de la ruta, desde Zuriza, junto al límite con Navarra, hasta la Maladeta y el Aneto, en las inmediaciones de Cerler, que se puede recorrer a pie en 11 etapas:
De Zuriza a Aguas Tuertas. Un tramo de 18 km entre las cabeceras de los valles de Ansó y Hecho, que se puede hacer en unas 6 horas de caminata. A la llegada a Aguas Tuertas podrás disfrutar de uno de los parajes más bonitos del Pirineo.
De Aguas Tuertas a Candanchú. Cinco horas de camino para recorrer 14 km de alta montaña, pasando por el bosque de Sansanet y el ibón de Estanés.
De Candanchú a Sallent de Gállego. Ruta de 23 kilometros para entrar en el valle de Tena, atravesando Canal Roya y rodeando el pico Anayet. Dura etapa de unas 7 horas de caminata.
Una de las etapas estrella
De Sallent de Gállego al Balneario de Panticosa. Una de las etapas estrella de la ruta, con paisajes de alta montaña y picos de 3.000 metros, atravensando Respomuso, el collado de Tebarray y los ibones de Bachimaña. Te llevará cerca de 9 horas.
Del Balneario de Panticosa a San Nicolás de Bujaruelo. La ruta, de 20 km y unas 6-7 horas de duración, arranca con una fuerte subida para salir del valle. Al otro lado está el valle del Ara y el macizo del Vignemale.
De San Nicolás de Bujaruelo a Góriz. Etapa de 21 km (unas 6 horas de camino) que recorre el espectacular valle del Parque Nacional de Ordesa y termina bajo el Monte Perdido.
A través del cañón de Añisclo
De Góriz al Circo de Pineta. 15 km de ruta por Ordesa, a través del cañón de Añisclo o el impresionante valle en U de Pineta. Se suele hacer en 7-8 horas.
Del Circo de Pineta a Parzán. Este tramo de la ruta, de 18 km y que puedes recorrer en 5-6 horas, va dejando atrás el macizo de Monte Perdido para adentrarse en los llanos de La Larri y el pueblo de Chisagüés.
De Parzán al refugio de Biadós. Un tramo de fuerte desnivel, pero que se recorre con bastante comodidad por una pista. El tramo final empieza a dejar ver los tresmiles del valle de Benasque, entre los que destaca el Posets desde esta perspectiva. 22 km de ruta en los que invertirás algo más de 6 horas.
Del refugio de Biadós al refugio de Estós. Un tramo algo más corto de lo habitual, de 11 km, que puedes hacer en menos de 5 horas. Es una etapa sencilla que transcurre en buena parte del recorrido por encima de los 2.000 metros de altura, al lado de picos de más de 3.000.
A los pies de la Maladeta y el Aneto
Del refugio de Estós al Puente de Coronas. La última etapa de la ruta transpirenaica aragonesa discurre por pistas de los valles de Estós y Vallibierna. Dejáras atrás los macizos del Posets y Perdiguero y te adentrarás en los de la Maladeta y el Aneto. 19 kilómetros de trazado sencillo y de escaso desnivel que puedes recorrer en poco más de 5 horas.
Septiembre es un buen momento para hacer la transpirenaica. Recuerda que hay que extremar las precauciones todo el año, ya que incluso en agosto podrías encontrarte con hielo. En alta montaña es esencial no ir solo, consultar el estado de la ruta, y la climatología. También ir correctamente equipado. No olvides tu mapa, llevar el móvil cargado, y ropa y alimentos necesarios para cada etapa. Y ya sólo queda un último consejo: disfruta de la ruta transpirenaica. ¡Es una aventura única!