Que el Pirineo ofrece un sinfín de opciones para perderte en la naturaleza y cada una de ellas es más bonita que la anterior, es una realidad. Por eso, te traemos algunas recomendaciones en el Valle Benasque para esos días en los que no sabes por cuál decantarte.
Ruta de las Tres Cascadas
Si encuentras la paz en el sonido del agua de un barranco, esta es tu ruta. Se ubica en los alrededores de Cerler, dura 2.15 horas aproximadamente, es apta para todos los públicos y recorre tres impresionantes cascadas. Además, está muy bien señalizada, por lo que seguir la senda correctamente no debe suponer ninguna preocupación.
La ruta comienza en el pueblo de Cerler, concretamente en el paseo de Ardonés. Allí verás carteles informativos que te indicarán la dirección correcta para comenzar la ruta. No te preocupes por aparcar, siguiendo las indicaciones llegarás a un parking.
El sendero comienza en dirección a la ermita de San Pedro Mártir que, por si no lo sabías, es el patrón de la localidad. Tras llegar a la ermita, debes continuar hacia la cascada de Ardonés, según vayas avanzando por el camino la divisarás al fondo del valle. Es la más caudalosa de todo el recorrido y, si disfrutas rodeándote paisajes naturales dignos de postal, te gustará la sensación de pasar unos minutos justo al final de su salto de agua. Continuando con el recorrido, llegarás a las cascadas del Clotet y de la Mascarada, no son tan impresionantes como la primera, pero también tienen su encanto.
Una vez vistas las tres cascadas, toca regresar al pueblo de Cerler. La vuelta transcurre de forma cómoda por unos bonitos parajes con vistas abiertas al Valle de Benasque.
Ruta hasta la cabaña del Turmo o a al ibón de Escarpinosa
¿Te suena familiar lo de cabaña del Turmo? Si alguna vez has escuchado Celtas Cortos seguro que tu mente se ha ido directa a la canción «20 de abril» y, en caso contrario, te invitamos a perderte en el Valle de Estós y dejarte envolver por su encanto natural.
Esta ruta, cuya longitud es de unos 14 kilómetros, parte del parking de San Jaime y tiene una duración aproximada de 3.30 horas (solo ida). El trayecto trascurre por la GR-11 en dirección al refugio de Estós, donde hayedos y pinos te acompañarán, durante todo el camino. Tras cruzar el río, llegarás a la cabaña de Santa Ana y, posteriormente, a la fuente de Coronas.
Cuando llegues al desvío que va en dirección a los ibones de Batisielles, debes continuar recto para llegar a las Gorgas Galantes. Si quieres verlas, tendrás que desviarte un poco del camino, pero merece la pena. En este punto, solo te faltarán 10 minutos para llegar a la cabaña del Turmo. Una vez allí, tu decides cuando es el momento de deshacer el camino recorrido para regresar al punto de partida.
Otra opción, para los que están más en forma, es alargar la ruta y llegar hasta el increíble ibón de Escarpinosa. En este caso, deberás tomar el desvío que va hacia el ibón de Batisielles, dejando la GR-11 y adentrándote en un frondoso bosque. Tras llegar a este último ibón, las señales direccionales te llevarán por una pequeña senda hasta uno de los ibones más impresionantes del Valle; el ibón de Escarpinosa.