Para que todas las temporadas invernales tú puedas sacar tus esquís del trastero, o para que puedas dar un apacible paseo natural en cualquier época del año por los Pirineos, primero tuvo que ocurrir un fenómeno increíble hace entre 85 y 24 millones de años. ¿Nunca te has preguntado cómo se formaron los Pirineos? Es apasionante saber, al menos algunos detalles, que cuando caminas por sus montañas lo estás haciendo por un terreno fruto de una colisión entre las placas tectónicas Ibérica y Euroasiática.
Hoy los valles del Pirineo sirven para recorrer cientos de itinearios, en ellos viven centenares de animales salvajes y todos podemos disfrutar de paisajes envidiables. Pero son el resultado de un proceso geológico que se remonta tantos años que es casi imposible ponerle una fecha concreta. De hecho, su formación esconde algunos secretos como que «desde el punto de vista geológico, el dominio de los Pirineos se despliega desde el fondo del Atlántico, frente al golfo de Vizcaya, hasta la Provenza en Francia, donde entra en contacto con los Alpes», tal y como nos cuentan desde el Geoparque Pirineos.
¿Cómo se formó la cordillera de los Pirineos?
El proceso es algo complejo, y seguro que la explicación te trasladará a tus años de Conocimiento del Medio. La cordillera como tal surgió nada menos que de los fondos marinos que había entre las dos placas que te hemos mencionado antes. Las rocas sedimentarias que ahí se acumulaban, con el paso del tiempo se fueron elevando nada menos que 3000 metros.
Es decir, cuando paseas o esquías por alguno de los valles del Pirineo lo estás haciendo sobre las rocas que había en el mar que separaba Europa e Iberia. Son los sedimentos que se acumularon durante el Mesozoico y el Cenozoico. Fruto de lo que los expertos denominan «Orogenia Alpina», comenzaron a formarse las principales cadenas de montañas que todos estudiamos en el colegio alguna vez. Las placas del sur de Europa y las de Euroasia chocaron en su momento y ese «choque» dio como resultado no solo los Pirineos, también otros puntos mundialmente conocidos como los Alpes o los Balcanes.
La mitología también explica cómo se formaron los Pirineos
La geología es la ciencia que -verdaderamente- explica la formación de estas montañas. Pero la mitología y las historias populares también son un ingrediente imprescindible de los valles del Pirineo. Por eso, si alguna vez tienes que explicar a alguien cómo nacieron, también puedes darle un toque más místico y contar el mito de Pyrene. En este precioso mito griego hay varios personajes que dan forma a la historia: Pyrene, su padre el legendario rey Tubal, Hércules y Gerión, un monstruo gigante de tres cuerpos con sus respectivas cabezas.