¿Quieres huir del calor? ¿Te apasiona la montaña? ¿Necesitas respirar al aire puro del Pirineo? Si tu respuesta es sí, este verano tienes una cita con el valle de Benasque. Aquí te presentamos seis hoteles para unas vacaciones rodeados de historia, de tradición familiar o de buena gastronomía; alojamientos cuyo origen se remonta nueve siglos atrás, habitaciones por los que han pasado escritores como Antonio Gala o físicos de renombre; familias cuya vocación hostelera fue precursora en el valle y suma ya más de ocho décadas de tradición, establecimientos pioneros junto a la estación y firmas que han sido las últimas en sumarse, pero que lo han hecho con un sello distintivo.
HOSPITAL DE BENASQUE
Refugio de caminantes antaño, ahora es un moderno hotel con 55 acogedoras habitaciones y spa. Se trata del Hospital de Benasque. “Es una referencia en el valle, un complemento en invierno a la estación de Cerler y en verano, la entrada al Parque Natural. Está al pie del macizo de las Maladetas y del pico Aneto. Un punto de partida para excursiones como el Forau de Aigualluts o las Gorgas de Alba”. Así nos describe Jorge Mayoral el lugar en el que se asienta el Hospital de Benasque, un establecimiento cuyos orígenes se remontan a 1172. Y es que fue en el siglo XII cuando los caballeros hospitalario de San Juan de Jerusalén crearon el primer hospital en esta zona.
Muchos siglos y muchas vicisitudes hay en su historia hasta convertirse hoy en un lugar de descanso ideal para quienes quieren disfrutar de la montaña o entrenar en altura. Un paraíso descubierto hace miles de años como delatan los restos arqueológicos que lo rodean.
Convertido ahora en un espacio nórdico durante el invierno y un paraíso para los amantes de la naturaleza después, no puedes perdértelo. “Estamos rodeados de decenas de picos de 3.000 metros que ofrecen posibilidades inmensas para las actividades de montaña”, relata Mayoral, quien subraya también su carácter divulgador. “Es el mayor centro de documentación pireneísta de toda la cadena con 1.600 litografías originales, 360 mapas antiguos que datan del siglo XVI en adelante, 16.600 fotografías antiguas, 7.000 libros desde el S. XVI y otros tantos en la base de datos virtual…”. Esto son tan solo algunos de los tesoros que guardan en la Fundación Hospital, cuya sede está al lado del hotel. Esa vocación didáctica hace que también muestren parte de sus joyas en la Sala Hospitales que, situada junto al bar, es muy visitada por los clientes.
HOTEL ANETO Y GRAN HOTEL BENASQUE
El Hotel Aneto es elegante, moderno y confortable, un cuatro estrellas con piscina de chorros situado a la entrada de Benasque. Y en una zona un poco más tranquila, pero cerca del centro y rodeado de jardines, está el Gran hotel Benasque SPA que ofrece unas privilegiadas vistas a la naturaleza pirenaica y unas instalaciones únicas con un alto grado de confort.
Son dos de los hoteles que gestiona la familia Valero-Llanas, cuya tradición hostelera se remonta en el tiempo. Algo más de ocho décadas asentados “en un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza, en pleno corazón del Parque Natural Posets-Maladeta y a tan solo 6 kilómetros de la estación de esquí de Cerler”, cuenta Jorge Llanas.
Fue su abuelo quien inició la aventura en 1935 con el Gran Hotel Benasque. “La compaginaba con otras actividades como la madera, la ganadería… De la hostelería –relata- solo se trabajaba un mes al año”. El camino no fue llano, pero poco a poco, fueron abriendo otros negocios turísticos, incluidos los Baños de Benasque. “Quería ofrecer las bondades que a él le fueron tan bien para una dolencia en la columna”, explica Llanas. A ellos se sumó también el Hotel Aneto, el más moderno de los que regenta la familia, y el hostal El Pilar.
Y la saga continúa. La cuarta generación ya está aquí, y asegura Llanas, “ha llegado pisando fuerte” y con energía para luchar por el sueño de sus antepasados, para hacer frente a la crisis y para fomentar el turismo en Benasque.
HOTEL CIRIA
También abre sus puertas en el pueblo el Hotel Ciria. “Estamos en el centro de Benasque y tenemos parquin”, describe José María Ciria como dos de los aspectos que más valoran sus clientes. Muchos de ellos llevan años siendo fieles, eligiendo alguna de sus 38 habitaciones con vistas a la montaña o la parte antigua del pueblo y que disponen de dos ambientes diferenciados: las de la primera y segunda planta modernas, y las del ático, más familiares.
Relata cómo el origen fue un proyecto más modesto, pero eso sí, muy ligado al valle y sus montañas. “Era una fonda refugio de montañeros desde donde se acompañaba a la gente al Aneto”. Ese trato personalizado, de explicarles excursiones a la carta a sus clientes lo mantienen. Y aunque su dueño no se prodiga mucho sobre el tema, la fama de su cocina también ha traspasado las fronteras del valle. No faltan en su carta los productos autóctonos. Tienen su propio huerto con todo tipo de verduras y plantas, gallinas que están sueltas en la pradera y ponen unos huevos muy sabrosos, recogen setas en el monte y hay platos de caza y pesca producto de su afición a estos deportes.
Ciria guarda con cariño el libro de firmas donde estampan su rúbrica quienes le visitan. Periodistas como Mamen Mendizabal, José Ramón de la Morena o Pepe Domingo Castaño, deportistas como Ponseti o Edurne Pasabán, escritores de la talla de Antonio Gala y Terenci Moix, la directora de cine Paula Ortiz, rostros conocidos como el de Llongueras, Carlos Cano de Gomaespuma o el del cantautor y poeta José Antonio Labordeta, que incluso los deleitó con alguna canción entorno al singular fogaril que tiene junto al bar.
HOTEL EVENIA MONTE ALBA
Otro lugar idílico para pasar las vacaciones veraniegas y disfrutar de la montaña es el Evenia Monte Alba. A tan sólo 200 metros de la estación de esquí de Cerler, este hotel es el más antiguo del pueblo. Data de 1975.
En un ambiente acogedor y familiar, dispone de 132 confortables habitaciones de diferentes capacidades y tipos con servicios comunes.
HOTEL HG CERLER
Y si el Monte Alba es el más antiguo a los pies de la estación de esquí, el hotel HG Celer es el más nuevo. Otra de las características es que es uno de los más grandes ya que dispone, entre habitaciones y apartamentos, de 101 unidades. Su historia se remonta, relata Alba Torres, directora del hotel, a hace diez años, cuando abrieron sus puertas.
Torres destaca las vistas que desde allí tienen los clientes. “Todos los prados de Belarta, el valle de Benasque e incluso de algunas, el pico Cerler. Mires donde mires es espectacular”, añade. Entre sus comodidades está el spa y, para estas vacaciones de verano, su solárium y piscina al aire libre.