A las puertas de las vacaciones de Semana Santa los valles del Pirineo empiezan a abrir “otra” actividad, la de primavera y verano. Aunque todavía se puede esquiar en Cerler y Formigal-Panticosa, en esta época se multiplican las opciones de ocio y actividad al aire libre. Los días son más largos y el deporte de invierno convive con el senderismo, la cultura y diferentes propuestas para conocer un entorno inigualable: el Pirineo Aragonés.
Si viajamos al valle de Tena, en la comarca Alto Gállego, encontramos la estación de esquí de Formigal-Panticosa, un gran dominio esquiable que ha entrado en la recta final de la temporada ya que finaliza el próximo 9 de abril. Para quienes suben a esquiar estos días y quieren completar el día con otras actividades al aire libre, estas son nuestras recomendaciones:
- Pasarelas de Panticosa. Sin duda, este es uno de los recorridos que te permite adentrarte en la montaña y descubrir la naturaleza desde una perspectiva única. En un recorrido circular de entorno una hora y media, las pasarelas se elevan sobre el río Caldarés y el visitante se ve rodeado de emoción, verticalidad y naturaleza salvaje.
- Lacuniacha. Este es ya un clásico en el valle de Tena y ofrece un recorrido, también por la naturaleza salvaje pero en la que el protagonismo lo tienen los animales. Ciervos, lobos, bisontes, corzos, muflones, osos, linces o sarrios conviven en este parque faunístico que se extiende en diferentes tipos de terrenos de montaña.
- Balneario de Panticosa. Este es uno de los entornos más espectaculares del valle de Tena y que reúne una gran diversidad de experiencias: desde la contemplación de la naturaleza hasta un recorrido por sus aguas reparadoras: las Termas de Tiberio. El circuito nos permite aprovechar el agua curativa en 26 tipos de espacios de tratamiento, desde la sauna o el hamman hasta la piscina exterior junto al bosque.
Si quieres conocer todas las actividades del valle, en la web de la Asociación Turística Valle de Tena encontrarás una amplia oferta de deportes de aventura, visitas al patrimonio o restaurantes y hoteles.
Benasque, el valle de los ‘tresmiles’
El valle de Benasque, donde se encuentra la estación de esquí Aramón Cerler, está rodeado de las montañas más altas del Pirineo. Este territorio es la base de cientos de recorridos y subidas a los ‘tresmiles’, una zona de gran valor para el alpinismo aunque el valle nos ofrece otras formas de desplazarnos: sobre dos ruedas o en el aire.
- Las rutas del centro BTT Puro Pirineo en el que participan todas las localidades del valle se encuentran ya listas, casi en su totalidad, para recorrer. Una vez que se ha ido la nieve podemos descubrir diferentes tipos de rutas: cicloalpinas, enduro, familiares, gravel y XC. En su página web se detallan los recorridos, desnivel o nivel de dificultad y podéis descubrir las que pasan por la estación de esquí Aramón Cerler, eso sí, a partir del día 10 de abril cuando el centro invernal habrá cerrado la temporada.
- Si miramos al cielo es fácil encontrar algún vuelo de parapente. En el valle se encuentra uno de los centros internacionales más activos para la práctica de este deporte, Castejón de Sos. Como señalan en la propia página web del ayuntamiento, este es un “Paraíso para el parapente y el vuelo” y es que cuenta con diferentes puntos de despegue que permiten el aprendizaje, la competición y diferentes eventos a lo largo del año. Para quien se quiera iniciar, también hay bautismos en parapente biplaza.
- Las vías ferratas son un reto para los no iniciados pero suponen una forma de escalada sencilla y accesible y una experiencia de la montaña muy diferentes. En el valle de Benasque hay dos vías: Sacs y el Castellazo, en Sesué. En ambos casos se pueden recorrer de forma libre y, para quienes quieren hacerlo con guía que, en la época estival, puedes reservar desde la página web de nuestra estación.
Benasque cuenta también con una asociación que nos ofrece un punto de información desde el que descubrir las actividades y propuestas para nuestro tiempo libre.