El esquí requiere un aprendizaje progresivo. No nos tomará mucho tiempo aprender lo básico, mantenernos sobre los esquís mientras bajamos por una leve pendiente … ¡y aprender a frenar!
Pero aprender técnicas más avanzadas que nos permitan bajar laderas con mucha inclinación es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo.
En otros posts hemos hablado de la importancia de participar en cursos de esquí o contratar a un profesor para que nos ayude a mejorar nuestra técnica, y nos permita avanzar en nuestros conocimientos, para poder acometer tipos de pistas cada vez más difíciles y que nos supongan un reto añadido. Pero siempre sin olvidarnos de la seguridad. Para tener esa seguridad no solo debemos aprender de la mano de profesionales, sino que además no debemos arriesgarnos a bajar por pistas de esquí que necesitan de más conocimientos de los que tenemos.
Por todo esto, los tipos de pistas de esquí se dividen en cuatro. El nivel de cada una de ellas se distingue con el uso de colores: verdes, azules, rojas y negras.
Pista verde de esquí
La pista verde es aquella elegida para los principiantes, o por aquellos que no quieren hacer demasiados esfuerzos, ya sea por ser muy jóvenes o más mayores. Son pistas de una anchura superior a las demás y con poca inclinación. La pendiente no suele superar el 10-15% por lo que no será fácil coger demasiada velocidad. Pero no solo las pistas están adaptadas a los esquiadores principiantes, los remontes están adaptados para un uso fácil y las telesillas funcionan a menor velocidad. Esto es así porque muchas veces los esquiadores principiantes tienen tantos problemas para subir como para bajar.
Pista azul de esquí
La pista azul es perfecta para subir de nivel sin grandes riesgos. Son pistas que siguen siendo anchas, y no tienen cambios de rasante ni grandes dificultades. El desnivel es un poco mayor que el de las pistas verdes, pero sin sorpresas. La pista azul será la elegida por aquellos esquiadores que tienen un nivel bajo o medio que quieren mejorar su técnica.
Pista roja de esquí
Una pista roja supondrá un reto importante para el esquiador, que deberá tener un nivel medio-avanzado. El desnivel que te encontrarás es importante, cerca del 40%. En estas pistas la bajada es a gran velocidad, por lo que es muy importante estar preparado a nivel técnico. La pista tendrá muchos retos, con cambios de rasante, estrechamientos y zonas desniveladas. No es recomendable sin haber alcanzado realmente un nivel elevado de control de tus esquís, o por supuesto de tu tabla de snow.
Pista negra de esquí
Llegamos a la pista negra, la pista más difícil que podemos encontrar dentro de las zonas señalizadas. Debemos recalcar que solo los esquiadores más expertos deben intentar bajar por una pista negra. El desnivel es muy elevado, pudiendo llegar en algunos casos al 50%. Habrá muchos estrechamientos de la pista, bumps, cambios de nivel y retos inesperados. Las caídas serán más dolorosas también. No olvides que para conquistar las pistas negras de esquí un profesor será muy importante. Aunque llevemos años esquiando las mejoras de técnica solo se consiguen de la mano de un profesor.
Ahora ya sabes cuales son los distintos tipos de pistas de esquí. ¿Vas a intentar subir de nivel este año? Dinos cuales son tus pistas favoritas en Aramón.