Álvaro Yagüe es profesor de esquí en Cerler. Lleva allí 14 de sus 38 años. Es sevillano, pero su pasión por la montaña le trajo al Pirineo y ya no quiere moverse de aquí. Cuando termina la temporada de invierno sigue dedicado en cuerpo y alma al deporte, a todo tipo de actividades de aventura, ya que, además de profesor de esquí, Álvaro es guía de montaña. Y, desde hace un año, combina la escalada y los barrancos con la curiosa experiencia de hacer rutas con mulas porteadoras por los valles pirenaicos con Trekkingmule, una forma de caminar por el monte con todas las comodidades y sin cargar peso. Las mulas pueden cargar hasta 100 kilos de peso y, además de rutas de trekking, hacen labores de porteo al refugio de Góriz o trasladan material de espeleología.
Todo un apasionado del Pirineo…
Sí, siempre he tenido pasión por la montaña. Me vine al Pirineo para sacarme la titulación de guía de montaña. Cuando llegué al valle de Benasque, me enamoré del sitio y ya no me he movido de aquí. Descubrí que además de escalar y hacer barrancos, podía quedarme a trabajar en una estación de esquí y me empecé a preparar también para eso. He estado siempre entre Benasque y Castejón. La verdad es que no paro, soy un culo inquieto.
Acaba de terminar la temporada de nieve… ¿ya la echas de menos?
Sí, siempre echo de menos la nieve. Me da pena que termine el invierno, me tira mucho la nieve y es por lo que estoy aquí. Pero en verano me encanta salir con las mulas. Cuando no hay nieve es cierto que estoy deseando ponerme el neopreno, calzarme las botas y los pies de gato. Y cuando termina el verano estoy deseando ponerme los esquís. Es un buen cambio, siempre haces cosas diferentes.
Llevas 14 años ya de profesor en Cerler…
Sí, siempre he trabajado en Cerler, en la escuela Valle de Benás. Doy clases de esquí, snow y telemark. Empecé haciendo snowboard, luego me pasé al esquí y ahora mismo estoy muy enganchado al telemark. Es un mundo aún por descubrir, hubo un boom hace unos años y ahora parece que se ha calmado un poco. Terminas más cansado, requiere más esfuerzo físico y te tiene que gustar.
¿Es más complicado enseñar a niños o a adultos?
Lo que me gusta es enseñar desde cero, tanto a niños como a adultos, porque puedes ver cómo aprenden muy rápido. Cuando llega gente que ya sabe esquiar un poco y tienen algunos vicios también es interesante, pero resulta algo más complicado y tardas más en ver la evolución.
¿Cómo surgió la idea de hacer trekking con mulas?
Surgió con mi compañero Alberto Iglesias, con el que practico escalada, esquí y otras actividades. Se nos ocurrió trasladar al Pirineo el porteo de mulas que hemos visto en otros sitios del mundo, en Marruecos, en Nepal… y recuperar una tradición que había en el Pirineo y que se estaba perdiendo. Es el trekking ideal, caminar sin peso, que los animales lleven toda la carga y puedas ir a la montaña a caminar cómodo.
¿Dan más trabajo los alumnos de la escuela de esquí o las mulas?
Creo que dan más trabajo los alumnos (risas). Aunque el día a día de las mulas es entretenido, hay que ir a verlas, darles de comer, mimarlas un poco… pero son animales muy agradecidos.
Y ahora llegan nuevas mulas…
Sí, teníamos dos mulas, Paloma (de color blanco) y Peregrina (marrón), pero ha aumentado la familia, estamos a punto de ir a recoger a otras dos en Sevilla. Así que este verano vamos a tener cuatro mulas.
¿Qué ruta del Pirineo recomiendas hacer?
Hay una ruta muy bonita, fácil y muy cómoda, que va desde Saravillo hasta el Turbón. Se puede considerar como media montaña, ya que puedes acceder a varios picos, como el pico del Mediodía o el de Cotiella. Es una ruta que se puede hacer en cuatro o cinco días, con trayectos cómodas y que nos pide mucha gente, haciendo una noche en la Basa de la Mora y terminando en el balneario del Turbón.
¿Y una ruta más corta?
Se puede ir a pasar una noche a la Basa de la Mora, y al día siguiente bajar hasta el pueblo de Barbaruens. Hacemos rutas de todo tipo, de cinco o seis días, de dos, de tres, y no solo de alta montaña, también de de media montaña y baja montaña, rutas micológicas, birdwatching (observación de aves)… En todas nuestras rutas hay un guía, un biólogo y un cocinero, lo que garantiza que hay un buen menú, con productos aragoneses y de montaña de primera calidad. Puedes comerte un chuletón y una fondue de queso, por ejemplo. Llevamos todo lo que la gente pueda echar de menos allí arriba.
Y también combinando mulas y barrancos…
Hay una zona del Prepirineo, Guara, en la que estamos preparando nuevas rutas de trekking, combinando con visitas a pueblos abandonados y actividades de barrancos. Recorriendo por ejemplo el río Alcanadre entero, con sus cuatro barrancos. Es una experiencia que se puede disfrutar no solo en verano, también en otoño y primavera
Hay una ruta muy buena también, que va de Benasque a Luchón, en Francia. La llamamos la ruta de los contrabandistas en homenaje a los que pasaban por La Glera, el Portillón de Benás y el puerto de la Picada. La ruta termina en el balneario de Luchón. Son 3 o 4 días de ruta, pero sólo se puede hacer a finales de verano –en agosto o septiembre- porque en el puerto de la Picada suele durar la nieve hasta entonces.
mayo 13, 2015
Profesor de esquí en invierno, guía de mulas porteadoras en verano
Álvaro Yagüe es profesor de esquí en Cerler. Lleva allí 14 de sus 38 años. Es sevillano, pero su pasión por