El Pirineo tiene mil y un rincones que visitar. Si cualquier excursión a ras de suelo te deja con la boca abierta… Subir a cualquiera de sus picos, asomarse a sus espectaculares miradores o disfrutar de una vista área en parapente, supera con creces esa sensación. Por eso hoy te proponemos tres planes aéreos del Pirineo, para disfrutar de inigualables panorámicas desde las alturas.

Parapente en el valle de Benasque

Si te gusta volar como un pájaro, seguro que sabes que Castejón de Sos es un paraíso del parapente en España, gracias a las fantásticas condiciones que la zona ofrece para el vuelo.
Tanto si eres un experto como si estás deseando sobrevolar por primera vez el valle de Benasque guiado por un instructor, puedes disfrutar de una experiencia única en un vuelo biplaza sobrevolando el entorno del Aneto, Posets, Perdiguero… ¡Las mejores vistas de la mayor concentración de tresmiles del Pirineo!

Mirador y tirolina de Hoz de Jaca (valle de Tena)

Entre los tres planes aéreos no podía faltar Hoz de Jaca. Muy cerca de Formigal y Panticosa, circulando por la A-136 hacia el sur, en dirección a Biescas, está el embalse de Búbal. Allí arranca la carretera que te llevará hasta este pueblo bordeando las aguas del embalse.

 
Se trata de una sinuosa carretera de montaña. Son solo 3 kilómetros de ruta, en continua subida, hasta los 1.270 metros de altitud. En lo más alto del pueblo tienes dos planes aéreos que no te puedes perder. El primero, un espectacular mirador sobre las aguas del pantano -literalmente suspendido en el aire-. El segundo, una no menos espectacular tirolina doble. ¡Un buen chute de adrenalina!

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Vía ferrata de Foradada del Toscar (valle de Benasque)

¿Has hecho alguna vez una vía ferrata? Pues aquí va nuestro el último de nuestros tres planes aéreos. Esta es una de las más populares del Pirineo por sus pasos aéreos y su variado recorrido -cerca de tres horas entre subida y bajada-.

Está al sur de Castejón de Sos, continuando por la N-260 hasta Campo y tomando un desvío a la derecha a Foradada del Toscar. Una vez pasado el pueblo encontrarás la señal para llegar a la vía ferrata -el último tramo hay que hacerlo a pie-. No es una ruta de iniciación y tampoco es aconsejable hacerla con niños. No obstante, cabe apuntar que está bien equipada y puede hacerla casi cualquier persona en buena forma física y con ganas de disfrutar del vacío bajo sus pies. ¡Excursión prohibida si tienes vértigo!